Síndrome del Culturista: “Vigorexia”

Síndrome del culturista: “vigorexia”. El deseo de tener un cuerpo admirable siempre ha acompañado, de una manera más o menos intensa a las personas. Las variaciones en la concepción de la belleza han conllevado unos cambios en los hábitos de la población, y han revocado en los últimos años la aparición de nuevas enfermedades, o al menos de su reconocimiento como tales. En este sentido podemos destacar los trastornos alimenticios, como la anorexia y la bulimia, de reciente aparición. En la misma línea de éstos, desde 1993 se ha empezado a considerar la existencia de una nueva patología, consistente básicamente en el deseo imperioso de ganar masa muscular mediante el ejercicio físico en el gimnasio, que no remite cuando se produce este aumento, sino que al contrario, los afectados siguen viéndose pequeños y débiles. Dada su oposición a la anorexia nerviosa, la vigorexia ha sido también llamada anorexia inversa; además de otros nombres como complejo de Adonis, dismorfia muscular, e incluso, erróneamente al producirse mayormente en hombres, anorexia masculina.

Características de la Vigorexia

Los individuos que pueden ser diagnosticados de vigorexia se caracterizan por sentirse excesivamente acomplejados por ser débiles y pequeños, aunque no sea cierto, lo que además de provocar ansiedad y/o depresión, puede conducir a un aislamiento social y en muchos casos se asocia al consumo de sustancias para el desarrollo muscular, además de combinar una dieta completamente encaminada al desarrollo muscular con la necesidad compulsiva de hacer ejercicio, incluso estando lesionado. (Ver TABLA 1)

resumen de las manifestaciones de la vigorexia

Asimismo, los vigoréxicos pueden tratar de limitar el gasto energético hasta el punto de limitar sus relaciones sexuales con tal de no gastar energía, entre otras medidas. Dado que la vigorexia no se ha tipificado hasta la fecha como un trastorno, la mayoría de la información existente se debe a estimaciones realizadas por distintos investigadores. Así, se estima que entre el 1% y el 10% de los usuarios habituales de gimnasios sufren vigorexia; lo cual en el caso de EE.UU. se traducen entre 500.000 y 1.000.000 de afectados, en relación a los diez millones de practicantes de levantamiento de pesas. Igualmente, se ha estimado que el 9% de los trastornos dismórficos pueden deberse a vigorexia, por lo que unos 900.000 norteamericanos diagnosticados de este trastorno realmente sufrían de vigorexia (Olivardia, 2001). En España, algunas estimaciones proponen alrededor de 20.000 afectados, lo que supone una prevalencia del 0,048% sobre los 42 millones de españoles. Si consideramos que los afectados son en el 90% de los casos hombres, afectaría a 1 de cada 2.000 hombres. Según un informe de la Comisión europea, un 6% de los usuarios de gimnasios se dopan. Teniendo en cuenta que en Europa hay unos 20.000 gimnasios, con unos 15 millones de clientes, estaríamos hablando de unas 900.000 “deportistas” dopados habitualmente. Dado que la mayoría de los vigoréxicos consume suplementos alimenticios, así como fármacos, incluyendo hormonas, puede considerarse que los afectados deben disponer de una cierta cantidad de dinero para la compra de estos productos, ya que este trastorno absorbe gran parte de los ingresos de los afectados (1 Kg. de productos proteicos viene a costar 60 €, y 100 tabletas de l-creatinitina, 30 €). Por otro lado, los diferentes estudios de vigorexia han situado la edad de la mayoría de afectados entre los 18 y 35 por término medio. 

Diagnóstico de la Vigorexia

Como ya se ha comentado anteriormente, la vigorexia es hasta la fecha una patología no aceptada por la comunidad científica, debido a que los estudios acerca de este trastorno son muy recientes. (Ver TABLA 2).

Síndrome del culturista: “vigorexia”

Esteroides anabolizantes La testosterona es una hormona masculina que, junto a otras, cumple una importante función sexual y de regulación del desarrollo físico y se conocen con el nombre de andrógenos. Los andrógenos tienen dos funciones diferentes:

  • Función androgénica: desarrollan y mantienen los caracteres específicos del hombre: genitales, distribución del vello, distribución de la grasa corporal; así como el comportamiento sexual y la espermatogénesis.
  • Función anabolizante: regula el metabolismo de las grasas potenciándolo, y provoca el desarrollo muscular. 

Desde hace unos 70 años, se han diseñado sustancias similares a la testosterona para sus uso medicinal, que han recibido el nombre de esteroides anabolizantes, que se han usado tanto por ambos efectos, anabolizante y androgénico, en distintos trastornos como problemas de crecimiento, disfunciones sexuales, distrofias producidas por el SIDA, anemias y cánceres que provocan desnutrición y pérdida de peso corporal.

Además de los usos medicinales de los esteroides anabolizantes se comprobó su viabilidad para desarrollar musculatura en deportistas, por lo cual también es utilizada con este objetivo.

El consumo de anabolizantes es bastante común en algunos países. Se estima que en EE.UU., entre el 4% y el 11% de los hombres no culturistas, y entre el 0,5% al 2,5% de mujeres, datos que llegan a alcanzar el 75% de los culturistas (Wroblewska, 1997). Este consumo mueve un negocio en EE.UU. de 500 millones de dólares al año. Acerca del consumo en España, y países latinoamericanos se dispone de menos datos, si bien se baraja la cifra de unos 70.000 los consumidores habituales de esteroides anabolizantes (Méndez, 2002). Por otro lado, el Consejo General de Farmacéuticos baraja una cifra mucho mayor, según la cual 700.000 personas consumen sólo en España sustancias dopantes.

 (Ver TABLA 3)

esteroides anabolizantes

Además, se han producido avisos por las diferentes Asociaciones y Colegios de Farmacéuticos de un aumento de las falsificaciones de recetas y sellos de visados de la inspección sanitaria, para la obtención de hormonas.

En el año 2004, se realizó en España la operación Gamma por parte de la policía, que permitió desmantelar una red de venta de hormonas, en las que se vieron involucrados más de 100 centros deportivos e incluso herboristerías; y cuyo punto de partida fue la venta ilegal por Internet. Resulta realmente impresionante el hecho de ver que por Internet es posible comprar a través de cientos de páginas todo tipo de sustancias cuyo consumo se encuentra en realidad muy limitado. 

El principal problema de los andrógenos es que las variaciones moleculares realizadas para separar el efecto androgénico del anabolizante han tenido un éxito parcial, por lo que todas las sustancias anabolizantes existentes también tienen efecto androgénico, efecto no deseado por los deportistas que los consumen para ganar masa muscular. (Ver TABLA 4) 

TABLA 4. Efectos adversos del abuso de esteroides anabolizantes.

(Extraído de Vigorexia. Cómo reconocerla y evitarla. J. I. Baile)

Efectos adversos del abuso de esteroides anabolizantes

Los culturistas que los utilizan lo suelen hacer por ciclos, combinando períodos de consumo con períodos de abstinencia, y en los períodos de consumo con una pauta piramidal, empezando con dosis bajas que se van incrementando hasta la dosis máxima a mitad del período, reduciendo la dosis entonces hasta la abstinencia; o bien progresiva, de forma que empiezan con dosis bajas, alcanzan la máxima, y la mantienen hasta el final del ciclo.

Edwin Alberto Salinas Velasco

Médico, Cirujano General Clínica de la Costa Barranquilla drsalinas82@gmail.com

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