Probióticos, prebióticos y simbióticos. ¿Existen?
Actualmente es posible encontrarse con una amplia variedad de productos lácteos que hacen alusiones a su contenido de probióticos y de los beneficios para la salud que puede llegar a tener el consumo frecuente de este tipo de alimento, esto ha generado una gran expectativa por parte del consumidor que busca una alternativa alimentaría funcional haciendo hincapié en la era de los alimentos funcionales y los nutracéuticos. Los probióticos se definen como microorganismos vivientes que son capaces de resistir a las secreciones gástricas e intestinales, lo cual les brinda la posibilidad de instalarse y colonizar las células epiteliales del intestino humano. Mientras que los prebióticos son carbohidratos no digeribles que estimulan factores de crecimiento y la actividad de un gran número de bacterias en el colon. La acción simbiótica y sinergistica de la unión de un probiótico con un prebiótico alude al termino de alimento simbiótico, que es la formad de proteger a un más a las bacterias benéficas para que alcancen en cantidad suficiente a cumplir sus funciones nutracéuticas en el organismo humano, la industria nacional Colombiana ha comenzado a desarrollar productos que cumplen con las cualidades anteriormente descritas y los medios publicitarios han iniciado la búsqueda del mejor marketing dentro de la población. La cual necesita conocer las características y propiedades nutricionales de estos productos. Esta revisión sistemática espera brindar la información calificada para seleccionar el producto más indicado y observar la evidencia medico científica de los posibles efectos del consumo de yogures probióticos.
PALABRAS CLAVE
Probióticos, prebióticos, simbióticos, nutracéuticos, cepa bacteriana.
A principios de este siglo el premio Nóbel Laureate Elie Metchnikoff en el Instituto Pasteur en Francia atribuyo las propiedades en salud y en longevidad por la ingestión de bacterias presentes en el yogurt (Metchnikoff 2004). Se cree que las bacterias presentes en yogurt tiene la propiedad de controlar las infecciones entéricas y de regular la toxemia de muchos patógenos, lo que ratifica las propiedades en salud y longevidad. Estas propiedades en salud están muy bien documentadas en algunas cepas bacterianas incluidas en la elaboración del yogurt probiótico o como lo llaman en algunos países como Australia «Bioyogurt» estas cepas son: Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium y L. casei.
La búsqueda del consumidor moderno por alimentos funcionales deriva de propiedades en salud que aumenten su expectativa de vida y disminuyan los riesgos de padecer enfermedades crónicas no trasmisibles. Los alimentos funcionales son también conocidos como alimentos medicinales, nutracéuticos, alimentos terapéuticos, superalimentos, entre otros nombres. El yogurt es considerado uno de estos alimentos ya que mediante su elaboración y proceso industrial logra generar una serie de compuestos nutricionales y no nutricionales que promueven funciones benéficas para el organismo hospedero en este caso el consumidor. Anteriormente ya se habían descrito estas propiedades en tiempos remotos e incluso en algunos textos bíblicos se mencionaba la utilización de leches fermentadas que hacían las veces de los yogures modernos.
La producción del yogurt hace parte de la fermentación de la leche a la que tradicionalmente se le agrega un saborizante a 40 o 45°C. En la industria el proceso de producción está dirigido en una serie de pasos muy bien controlados en donde se utiliza leche, leche en polvo, azúcar, fruta, saborizantes, colorantes, emulsificantes, estabilizadores y una o varias colonias de bacterias lácticas especificas (S.thermophilus y L.bulgaricus) que llevan a cabo el proceso fermentativo. (Figura # 1)
Fig.1: representación esquemática de la producción del yogurt (Tamine & robinson 1985)
El rol primario de las bacterias lácticas es la de utilizar la lactosa como sustrato y convertir esta en ácido láctico durante el proceso fermentativo de la leche. La lactosa es convertida entonces a azucares simples por la acción enzimática de la β-galactosidasa. La glucosa y la galactosa son metabolizadas simultáneamente por la vía glicolitica y la vía D-tagatosa 6-fosfato respectivamente. Por este motivo es importante aclarar que el contenido de lactosa del yogurt es bajo y su concentración es demasiado baja como para causar molestias como las asociadas al consumo de leche en personas no tolerantes a la lactosa. Lo cual no quiere decir que una cepa bacteriana diferente a las comúnmente utilizadas en la elaboración del yogurt no cumplan esta misma labor, inclusive cepas de Bifidobaterium presentan más tasas de fermentación que S.thermophilus y L.bulgaricus. La elaboración de yogures deslactosados o con leche deslactosada solo hacen que la concentración de microorganismos fermentadores sea más baja por el poco sustrato utilizable para el mantenimiento de los mismos, convirtiendo este yogur en una simple leche acida saborizada sin propiedades en salud, esto haciendo la aclaración si dentro de sus ingredientes se encuentra ausente algún tipo de carbohidrato diferente utilizado como prebiótico. Para que el lector comprenda la importancia del proceso de elaboración como se comentó las cepas de fermentación no son consideradas como PROBIÓTICAS y son consideradas las cepas de inicio como las denomino Metchnikoff. Las cepas consideradas como probióticos y de las cuales el consumidor debe ver en los ingredientes del producto que vaya a consumir se consideran las siguientes: L. acidophilus, L.bulgaricus, L.lactis, L.casei, L.plantarum, L.rhamnosus, L.reuteri, L.paracesei, L.fermentum, L.helveticus, Bifidobacterium, B. adolescentis, B.angulatum, B.bifidum, B.breve, B. catenulatum, B.dentium, B.infantis, B.longum, B.pseudocatenulatum, B.infantis. (Shah & Lankaputhra, 2002).
Los probióticos se consideran efectivos en su acción fisiológica cuando tiene la habilidad: a. adhesión celular, b. excluir o reducir la adhesión bacteriana patógena, c. resistir al medio y multiplicarse, d. producir acido, peróxido de hidrogeno y bactericinas antagónicas al crecimiento de bacterias patógenas, e. ser seguros, no invasivas, no cancerígenas y no patogénicas, f. convivir con la flora saprofita. (Kaur Indu 2002).
Actualmente se cuenta con la posibilidad de mejorar la eficacia de las cepas bacterianas para que se aseguren sus propiedades en salud. Esto se puede hacer mediante los siguientes métodos:
- La selección de cepas más resistentes y más eficientes
- Manipulación genética
- La combinación de varias cepas en un producto
- La combinación de un probióticos con un prebiótico
Muchos de estos procesos ya se vienen implementando en la industria láctea nacional. Donde el industrial se ha encargado mediante técnicas científicas de producir el producto que se acomode a su disponibilidad de materia prima y de capacidad adquisitiva, ya que muchas de estas cepas son comercializadas a precios exorbitantes.
Dentro de las técnicas más utilizadas en la industria Colombiana se encuentra la utilización de mezclas de microorganismos o la unión de probióticos y prebióticos. Esta última técnica que pretende lograr un alimento simbiótico que es muy rentable para la industria por el costo beneficio que representa el potenciar una o dos cepas con un carbohidrato no digerible que se obtiene de diversas materias primas cultivadas en el país.
Un alimento se considera prebiótico cuando: a. no es hidrolizado ni absorbido por las porciones superiores del tracto digestivo humano, b. ser un sustrato selectivo para un número limitado de microorganismos habitantes del colon, que estimule su crecimiento y su actividad metabólica, c. que induzca efectos luminales o sistémicos que sean benéficos para la salud del ser humano. (Gibson & Roberfroid, 1995).
De acuerdo a lo anterior es probable que el método más sencillo de mantenimiento del microorganismo probióticos en el yogurt sea asegurando la nutrición del mismo hasta que sea consumido por el consumidor. Por este motivo es muy importante el empaque y la presentación del producto ya que lo que se está consumiendo son células vivas.
En detalle es importante que el consumidor entienda que los probióticos con organismos vivos que sufren el proceso natural e inevitable de acabarse con el tiempo. La estabilidad del probiótico está sujeto a varios factores como: el género, la especie, el biotipo de la cepa, y por encima de todo esto su formulación. Adicionalmente los factores externos como la temperatura, el pH, la presión osmótica y la fricción mecánica con el oxígeno. En esta parte de la cadena entran en juego tanto el industrial como el consumidor a que de los factores anteriormente descritos se deben asegurar estos dos protagonistas. El microorganismo puede ser eliminado o destruido tanto por procesos industriales y procesos de almacenamiento luego de haber sido adquirido.
La recomendación directa al consumidor a la hora de seleccionar un yogurt probióticos es la de en primera instancia observar la cepa que contiene el producto y obviamente la marca comercial del producto, ya que es importante aclarar que el suministro de este tipo de alimentos debe estar regulado por un entidad competente en el área de producción alimentaria y debe tener registro sanitario y reconocimiento en el mercado. La elaboración de este tipo de productos debe regirse por puntos críticos de control de calidad y se debe hacer bajo los más altos estándares de producción de alimentos. Dentro otras recomendaciones tenga en cuenta:
- La cepa bacteriana debe ser diferente a S.thermophilus y L.bulgaricus.
- El producto debe indicar el nombre de la cepa utilizada para su elaboración en sus ingredientes
- El producto debe contar con registro sanitario
- El producto debe mencionar en su etiqueta la leyenda de alimento probiótico
- Debe por lo menos haberse fabricado con una cepa bacteriana
- El empaque debe ser de plástico o de un material que sea estable al contacto, estar correctamente sellado y no debe ser translucido.
Según literatura científica de evidencia fuerte, se observa que el comportamiento de los yogures probióticos que son elaborados con más de dos cepas bacterianas muestra mejores células viables hasta por 28 días de almacenamiento a 7°C.
MECANISMO DE ACCIÓN DE LOS PROBIOTICOS
La figura # 2 muestra como es el mecanismo de acción propuesto de los probióticos en el organismo humano
Fig. 2: Mecanismo de acción de los probióticos
Los factores benéficos del consuno de yogures con organismo probióticos dependen de una instancia que hasta el momento no se ha mencionado. ¿Cuál es la dosis necesaria para observar los cambios luminales y sistémicos que muestra la literatura científica actual? Kurman y Rasic (1991) sugieren que el potencial terapéutico optimo que ofrecen estos microorganismos el producto debe por lo menos tener un mínimo de >106 UFC/ml. Otros autores estipulan valores de >107-108 UFC/ml como niveles satisfactorios para observar los beneficios de su consumo (Davis et al, 1971; Kailasapathy & Ribka 1991). Una persona adulta debería consumir en promedio cerca de 108 células vivas probióticos por día. El consumo regular de 400-500g/semana de yogur que combine dos o más cepas (Tamime et al 1995). La Asociación Japonesa de Bebidas Fermentadas tiene un estándar para sus productos de 106 células viables de Bifidobacterias/ml en todos los productos lácteos incluyendo quesos y yogures. El criterio de la Asociación Nacional de Yogures en los Estados Unidos especifican 108 UFC/ml de bacterias acido lácticas como prerrequisito para la elaboración de todos los yogures producidos los cuales deben tener el logo de: «organismos vivos activos» en los empaques. Criterios que la industria nacional Colombiana no aplica en ningún producto comercializado.
Hay muchos factores que afectan la viabilidad de los microorganismos utilizados como probióticos en los productos lácteos. Dentro de las cepas que presentan el mayor número de problemas de viabilidad se encuentra la cepa de L.acidophilus y Bifidobacterium ya que son muy sensibles a factores externos. Vale la pena aclarar que la gran mayoría de yogures probióticos nacionales poseen la cepa de L.acidophilus. La sobrevida de la bacterias probióticos en las leches fermentadas depende de factores como: la especie utilizada, la interacción de las especies si es un yogur con más de dos microorganismos, las condiciones de la cepa, la composición química del medio de fermentación (disponibilidad de sustratos), la acidez final del producto, los contenidos sólidos del producto, el tipo de carbohidratos que posea el producto, los factores de estimulación del crecimiento, inhibidores de crecimiento, la presión osmótica, el nivel de inoculación, la temperatura de incubación, el tiempo de fermentación y la temperatura de almacenamiento (Kneifel, Jaros y Erhard 1993). Estas características deben ser suministradas por el industrial en la ficha técnica cuando se solicite la información de la misma si se considera pertinente para la selección de proveedores de un servicio de alimentación.
USO DE PROBIOTICOS EN HUMANOS EVIDENCIA CIENTÍFICA
Literatura recopilada desde 1980 hasta el 2004 ha arrojado 185 referencias de Journals de alta credibilidad que demuestra el uso de probióticos en humanos y los efectos de los mismos en la salud. En este análisis de información se encontraron 16 microorganismos que mostraron ser útiles en varios estudios de diferente índole científica. (tabla. 1 tipo de estudios revisados)
Tabla. 1 tipo de estudios revisados
Aleatorizado a doble ciego con placebo controlado: 79
Aleatorizado placebo controlado: 28
Aleatorizado controlado: 16
Estudio abierto: 16
Aleatorizado doble ciego controlado: 10
Placebo controlado: 6
Aleatorizado doble ciego placebo controlado
Trasversal: 5
Controlado: 5
Doble ciego placebo controlado: 3
Aleatorizado ciego controlado: 3
Aleatorizado: 2
Aleatorizado triple ciego placebo controlado: 1
Aleatorizado ciego placebo controlado: 1
Aleatorizado doble ciego doble sustituto
Controlado: 1 Aleatorizado doble sustituto controlado: 1
Doble ciego placebo controlado trasversal: 1
Aleatorizado placebo controlado trasversal: 1
Triple ciego placebo controlado: 1
Aleatorizado ciego controlado trasversal: 1
Aleatorizado doble ciego controlado trasversal: 1
La entidad clínica más estudiada en la aplicación de los probióticos es la diarrea. 41de los 185 artículos revisados tratan esta patología y la gran mayoría en población infantil. De las cepas relacionadas en esta revisión sistemática mencionadas en el inicio de este articulo L. casei, L.reuteri y Bifidobacterium mostraron tener validez en el tratamiento de la diarrea. La conclusión más sobresaliente de todos los estudios en esta patología es que no hay peligro algún al usar cepas de probióticos para el tratamiento de la diarrea es significativamente efectiva la terapia y costo efectiva a la vez. Pero, aun no se conoce de antemano cual cepa tiene mayor efectividad y cuál sería la dosis indicada.
Tratamiento de vaginosis y vaginitis. Los estudios revisados mostraron un mantenimiento de la inmunoprotección por la ingesta de algunos lactobacilos. Seis estudios clínicos demostraron que L.acidophilus disminuye la infección y los síntomas de estos.
Tratamiento para Helicobacter pylori. El consumo de algunas cepas de L.casei demostraron efectividad en la supresión de H. pylori y de los niveles de infestación.
Modulación inmunológica. Evaluando la literatura en esta área se encontró que los probióticos ingeridos diariamente estimulan la respuesta humoral y celular en el organismo humano. Estimulando la liberación de citokinas e interlukinas así como el interferon alfa.
Efectos en la salud cardiovascular y en los perfiles metabólicos. El consumo diario de probióticos disminuye las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y los triglicéridos mientras eleva los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL) favoreciendo el transporte inverso de colesterol y actuando a nivel de HMG-CoA.
Intolerancia a la lactosa. L.acidophilus y Bifidobacterium son las cepas que promueven una mayor utilización de lactosa en menor tiempo de fermentación lo que hace que se disminuya enormemente las probabilidades de sufrir molestias gastrointestinales en personas no tolerantes a la lactosa.
Los estudios realizados fueron sometidos a calificación de la evidencia científica que aportaron los resultados se pueden ver en la tabla.2.
Tabla 2. Resultados de los estudios
INDUSTRIA COLOMBIANA
Hasta el momento la industria nacional solo cuenta con pocos productos que cumplen con las condiciones necesarias para brindar las propiedades terapéuticas descritas en esta revisión. Ya que algunos productos cuentan con la mezcla de cepas necesarias no ajustan la protección de las mismas y no se asegura la viabilidad de las células.
Otros productos añaden fibras y componentes que actúan como prebióticos a cepas originales de inicio como S.thermophilus y L.bulgaricus que no tiene propiedades probióticas. No cumplen con las legislaciones alimentarías internacionales que los hagan competentes en el mercado nacional o internacional, así mismo adjudican propiedades en salud, pero no mencionan el número de células vivas por UFC/ml. No poseen indicaciones de uso que guíen al usuario a como salvaguardar los microorganismos constitutivos del producto. Además se debería aconsejar al consumidor a como consumirlo, con qué frecuencia y acompañado con qué tipo de alimentos que provean un mayor beneficio. Actualmente se alude de alimento funcional a un producto que une dos cepas Lactobacillus gasseri Y Lactobacillus coryniformis que carecen de evidencia científica suficiente como para considerar el consumo de este producto como un nutraceutico aunque cuenta con la formulación mínima esperada y superior (109UFC/dl), para considerarlo así se debería implementar un estudio clínico comparando estos microorganismos con los que poseen la evidencia científica clínica como L.acidophilus y L.casei. La bebida láctea que se mencionó anteriormente lleva poco tiempo en el mercado nacional pertenece la empresa Alpina y esta es la primera vez que se utiliza la manipulación genética para el desarrollo de cepas de microorganismo con propiedades similares a las del género L. acidophilus pero que cuyas propiedades probióticos aún no se dilucidan del todo (Saito 2004). Solo hay un estudio clínico aletorizado a doble ciego controlado que utiliza las dos cepas de este producto que demuestra la seguridad del consumo de leches fermentadas con estos dos microorganismos pero varían en los resultados clínicos esperados como nutracueticos, solo se define la variable de mejoría en el habito intestinal como estadísticamente significativa frente a las demás (Olivares Monica et al 2006). La ventaja que representa este producto en el mercado es que es la única bebida que menciona la cantidad de microorganismos que hay en su interior.
La opinión de este investigador es que en Colombia si existen alimentos funcionales que pueden combinarse junto con otros alimentos para buscar un efecto terapéutico. Pero la única fuente de alimentación no puede ser solo los alimentos funcionales ya que se debe recordar que los pilares de una buena nutrición es la de una alimentación variada, equilibrada y en cantidad suficiente para cubrir con los requerimientos corporales individuales.
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