La Boca Anatomía y Fisiología

La Vascularización de la Lengua

Las arterias de la lengua proceden de la arteria lingual, que nace en la arteria carótida externa. A la entra­da en la lengua, la arteria lingual pasa en la profundidad del músculo hiogloso. Las ramas principales de la arteria lingual son:

  • Las arterias linguales dorsales, que perfunden la porción posterior y envían una rama amigdalina para la amígda­la palatina.
  • La arteria lingual profunda, que perfunde la porción anterior.
  • La rama sublingual de la arteria facial, que se distribuye por la glándula sublingual y el suelo de la boca.
  • Las arterias linguales dorsales se comunican entre sí cer­ca del vértice de la lengua. Las demás ramas de la arteria lingual no pueden comunicarse debido al tabique lingual fibroso, que separa la lengua en las mitades derecha e izquierda.

Las venas de la lengua son:

  • Las venas linguales dorsales, que acompañan a la arteria lingual.
  • Las venas linguales profundas (venas de la ránula), que comienzan en el vértice de la lengua y se dirigen hacia atrás, al lado del frenillo lingual, para unirse a la vena sublingual.

Todas estas venas terminan de modo directo e indirecto en la vena yugular interna.

La linfa que drena la lengua sigue cuatro vías:

  • La linfa del tercio posterior drena en los ganglios cervicales profundos superiores de ambos lados.
  • La linfa de la porción medial de los dos tercios anteriores drena directamente en los ganglios cervicales profundos inferiores.
  • La linfa de las porciones laterales de los dos tercios anteriores drena los ganglios submentonianos.
  • El tercio posterior y la zona próxima a la línea media drenan a ambos lados.

Las Papilas Linguales:

Son los abultamientos de la mucosa de la lengua. Pueden tener terminaciones nerviosas táctiles y función mecánica lamedora (papilas filiformes) o terminaciones nerviosas gustativas (papilas fungiformes y caliciformes).

La rugosidad de la mucosa de la parte anterior de la len­gua se debe a la presencia de numerosas papilas linguales de pequeño tamaño:

Las papilas circunvaladas:

Son grandes y aplanadas y se sitúan justo delante del surco terminal; están rodeadas de fosos, cuyas paredes están repletas de calículos gustatorios; en estos fosos desembocan los conductos de las glándulas serosas.

Las papilas foliáceas:

Son pequeños pliegues laterales de la mucosa lingual muy poco desarrollados en la especie humana.

Las papilas piliformes:

Son largas y numerosas y contienen terminaciones nerviosas aferentes sensibles al tacto; estas papilas descamativas, con forma de hebra, tienen un color rosa-grisáceo y se disponen en filas a modo de V, para­lelas al surco Terminal, salvo en el vértice de la lengua, donde tienden a organizarse de modo transversal.

Las papilas fungiformes:

Tienen forma de zeta y aparecen como manchas rosadas o rojas, dispersas entre las papilas piliformes y más abundantes en el vértice y en los lados de la lengua.

Las papilas circunvaladas, foliáceas:

Y casi todas las fungi­formes contienen receptores gustativos en los calículos gusta­torios. El epitelio que recubre la cara oral del paladar blando, la pared posterior de la orofaringe y la epiglotis contienen también algunos calículos gustatorios. Las papilas piliformes y descamativas de la lengua de algunos animales (p. ej., los gatos) son las que justifican, precisamente, su aspereza.

El Paladar:

Forma el techo arqueado de la boca y el suelo de las cavidades nasales. Separa la cavidad bucal de las cavida­des nasales y de la nasofaringe o parte de la faringe situada encima del paladar blando. La cara superior (nasal) está cubierta de mucosa respiratoria, y la inferior (oral), de mucosa oral. El paladar consta de dos regiones: el paladar duro por delante y el paladar blando por detrás.

El Paladar Blando:

El tercio posterior móvil del paladar, queda suspendido del borde posterior del paladar duro. No posee esqueleto óseo, pero contiene una membrana anterior «aponeurótica» que se inserta en el borde posterior del paladar duro y un elemento fibromuscular posterior.

El paladar blando se extiende en sentido posteroinferior en forma de borde libre curvo, del que cuelga una prolongación cónica, la úvula. El paladar blando está reforzado por la aponeurosis palatina (paladar aponeurótico), creada por la expansión tendinosa del múscu­lo tensar del velo del paladar. La aponeurosis, que se inserta en el borde posterior del paladar duro, es gruesa por delante y fina por detrás. Cuando una persona deglute, se tensa primero el paladar blando para que la len­gua pueda apoyarse en él, exprimiendo el bolo de alimento hacia el dorso de la cavidad bucal. Después, el paladar blando se eleva hacia atrás contra la pared de la faringe, impidiendo que el alimento pase a la cavidad nasal. El paladar blando se continúa a los lados con la pared de la faringe, y se une a la lengua y a la faringe a través de los arcos palatogloso y palatofaríngeo, respectivamente.

Las fauces (que significa garganta en latín) constituye el lugar de tránsito de la cavidad bucal a la faringe (incluida su luz y sus límites). Las fauces limitan por arriba con el paladar blando; por abajo, con la raíz (base) de la lengua y a los lados, con los pilares de las fauces: los arcos palatogloso y palatofaríngeo. El istmo de las fauces es un espacio restringido y breve que comunica la cavidad bucal propiamente dicha con la orofaringe. El istmo limita por delante con los pliegues palatoglosos, y por detrás, con los pliegues palatofaríngeo.

Los Rasgos Superficiales del Paladar

La mucosa del paladar duro está íntimamente unida al hueso adyacente; por eso, las inyecciones submucosas producen un dolor extraordinario en esta zona. La encía lingual parte de la encía que cubre la superficie lingual de los dientes y la apófisis alveolar se continúa con la mucosa del paladar; por eso, la inyección de un anestésico en la encía produce una anestesia de la mucosa palatina adyacente.

En la profundidad de la mucosa existen glándulas palatinas que segregan moco. Los orificios de los conductos de estas glándulas otorgan a la mucosa palatina un aspecto picado «en piel naranja». En la línea media y detrás de los dientes incisivos superiores se encuentra la papila incisiva. Esta elevación de la mucosa está justo delante de la fosa incisiva del paladar óseo, donde se abren los conductos incisivos. Los orificios incisivos son las aberturas de los conductos incisivos por donde pasan los nervios y vasos nasopalatinos. La papila incisiva es el lugar de inyección adecuado para anestesiar el nervio nasopalatino.

Los pliegues palatinos transversos o crestas palatinas se irradian lateralmente en paralelo desde la palatina incisiva y ayudan a manipular el alimento durante la masticación. El rafe del paladar es una estría blanquecina y estrecha que se dirige hacia atrás, en la línea media del paladar desde la papila incisiva; a veces, por delante se erige como cresta, y por detrás, como surco. El rafe palatino marca el lugar de fusión de las apófisis palatinas embrionarias.

Los Músculos del Paladar Blando

Los cinco músculos del paladar se originan en la base del cráneo y descienden hasta el paladar. El paladar blando se puede elevar y establecer contacto con la pared posterior de la faringe. Asimismo, puede dirigirse hacia abajo para entrar en contacto con la parte posterior de la lengua. La tensión del paladar blando tracciona de él y lo lleva a una posición intermedia. En la tabla se describen las inserciones, la inervación y las acciones de los músculos del paladar blando.

El músculo elevador del velo del paladar:

Es un músculo cilíndrico con un trayecto inferoanterior, que se abre en el paladar blando insertándose en la cara superior de la aponeurosis palatina.

El músculo tensor del velo del paladar:

Es un músculo con un vientre triangular y un curso inferior; el tendón del vértice gira alrededor del gancho pterigoideo gancho de la lámina pterigoidea medial antes de abrirse como aponeurosis palatina.

El músculo palatogloso:

Es una tira muscular fina cubierta de mucosa que forma el arco palatogloso.

El músculo palatofaríngeo:

Es plano y fino y está también cubierto de mucosa; forma el arco palatofaríngeo.

El músculo de la úvula:

Se inserta en la mucosa de la úvula.

La Vascularización y la Inervación del Paladar

El paladar tiene una inervación generosa, en particular de la arteria palatina mayor a cada lado, rama de la arteria palatina descendente. La arteria palatina mayor atraviesa el orificio palatino mayor y se dirige en sentido anteromedial. La arteria palatina menor rama menor de la arteria palatina descendente entra en el paladar por el orificio palatino menor y se anastomosa con la arteria palatina ascendente, rama de la arteria facial. Las venas del paladar son afluentes del plexo venoso pterigoideo.

Los nervios sensitivos del paladar son ramos del ganglio pterigopalatino. El nervio palatino mayor inerva las encías, las mucosas y las glándulas de casi todo el paladar duro. El nervio nasopalatino inerva la mucosa de la porción anterior del paladar duro, los nervios palatinos menores inervan el paladar blando, los nervios palatinos acompañan a las arterias por los orificios palatinos mayor y menor, respectivamente. Con excepción del músculo tensor del velo del paladar; inervado por el nervio maxilar, todos los músculos del paladar blando son inervados por el plexo nervioso faríngeo.

Tonsilas o Amígdalas:

Son formaciones de tejido conectivo hematopoyético linfático no escapulado (nódulos linfáticos) que confluyen y hacen protrusión hacia la mucosa de la región apareciendo como masas voluminosas de tamaño variable.

Se clasifican de acuerdo a su localización en:

a) Palatinas

b) Nasofaríngeas

c) Linguales

Tonsilas Palatinas:

Se encuentran entre los pilares anteriores y posteriores a cada lado, el epitelio que las recubre es estratificado escamoso no queratinizado y se observan en la superficie, entrantes u orificios que están revestidos por el mismo epitelio, se denominan criptas y se producen como una consecuencia del crecimiento de los nódulos linfáticos que levantan de manera irregular al epitelio produciendo elevaciones (amígdalas) y depresiones (criptas). Los nódulos linfáticos de las amígdalas palatinas tienen gran actividad hematopoyética desarrollando gran cantidad de células plasmáticas por diferenciación de linfocitos B que se introducen en el epitelio. Estas amígdalas palatinas pueden estar separadas de los tejidos subyacentes por una hemicapsula de tejido conectivo, pero esto no es tan frecuente.

Tonsilas Nasofaríngeas O Adenoides:

Situadas en la nasofaringe, cerca de la desembocadura de los conductos del oído medio o trompas de Eustaquio, están cubiertos por epitelio respiratorio o bien en las áreas de fricción por la conducción aérea por epitelio estratificado escamoso que puede presentar paraqueratosis o queratinización. Generalmente son de menos volumen que las palatinas aunque pueden hipertrofiarse.

Tonsilas linguales:

Situadas en el espesor de la base de la lengua (de detrás de la V lingual) constituye junto con las otras el denominado circulo linfático, en su espesor contiene un mayor número de glándulas salivales principalmente de tipo mucoso, cuyos conductos drenan hacia las criptas o bien más superficialmente. En el estroma (tejido se sostén de los órganos en el tejido conectivo), existen conglomerados de células adiposas y la amígdala está más relacionada con la musculatura de esta porción lingual. El desarrollo de las amígdalas en conjunto, depende de la exposición a los diferentes antígenos y esta es la razón de la gran variación que existe entre los individuos.

Partes Glandulares

Las Glándulas Salivares Mayores

Son las glándulas parótidas, submandibular y sublingual. La saliva, un líquido claro, insípido inodoro y viscoso, segregado por estas glándulas y por las glándulas mucosas de la cavidad bucal:

  • Mantiene húmeda la mucosa de la cavidad bucal.
  • Lubrica el alimento durante la masticación.
  • Inicia la digestión de los almidones.
  • Sirve como «una solución intrínseca de lavado bucal».
  • Desempeña una importante misión profiláctica de la caries dental y contribuye al gusto.

Las Glándulas Parótidas:

Son las mayores de los tres pares de glándulas sali­vares. La glándula parótida tiene un forma irregular porque ocupa el espacio comprendido entre la rama de la mandíbula y la apófisis estiloides del hueso tempo­ral. La secreción exclusivamente serosa de estas glándulas desemboca en el vestíbulo de la cavidad bucal. Además de su función digestiva, lava las partículas de alimentos de la boca propiamente dicha. La irrigación arterial de la paró­tida y del conducto procede de ramas de las arterias caró­tida externa y temporal superficial. Las venas de la glándula parótida desembocan en las venas retromandibulares. Los vasos linfáticos de la glándula parótida terminan en los gan­glios cervicales superficiales y profundos.

Las Glándulas Submandibulares:

Se sitúan a lo largo del cuerpo de la mandíbula, en parte por encima y en parte por debajo de la mitad posterior de la mandíbula; también, en parte superficial y en otra parte profunda al músculo milo­hioideo. El conducto submandibular, de unos 5 cm de longitud, se origina en la porción de las glándulas ubicada entre los músculos milohioideo e hiogloso. En su tránsito de la porción lateral a la media, el nervio lingual gira por debajo del conducto submandibular, que se dirige hacia delante para abrirse en uno a tres orificios sobre una pequeña papila sublingual al lado de la base del frenillo lin­gual. El orificio del conducto submandibular se puede ver, y muchas veces durante el bostezo se nota cómo cae la sali­va gota a gota o en chorro. La irrigación arterial de la glán­dula submandibular proviene de la rama submentoniana de la arteria facial. Las venas acompañan a las arte­rias. La glándula submandibular está inervada por fibras parasimpáticas presinápticas secretomotoras, conducidas desde el nervio facial hasta el nervio lingual por el nervio de la cuerda del tímpano, que establecen sinapsis con las neu­ronas postsinápticas del ganglio submandibular.

Estas últimas fibras siguen a las arterias hasta alcanzar la glándula, junto con las fibras postsinápticas vasoconstricto­ras del ganglio cervical superior. Los vasos linfáticos de la glándula submandibular drenan en los ganglios cervicales profundos, en particular en el ganglio yugulo-omohioideo.