El Profesor de Educación Física en Programas de Salud

De esto se desprende que, según los profesionales médicos, debiera ser el Ministerio de Salud quien planifique, organice e instaure programas preventivos, asegurando en ellos los recursos económicos y humanos necesarios.

En lo expuesto por algunos Encargados de Centros de Salud, se marca la importancia de que los proyectos sean implementados desde un nivel de gestión superior, pero se muestran escépticos de que el Ministerio actúe. Al respecto opinan: 

«No hay trabajo en red con el Ministerio de Salud y Educación, por eso creo que los programas deberían venir implementados desde allí, porque facilita el seguimiento… pero desde el Ministerio no motivan, ni crean programas.» (ECSaP.4.3). 

«…Deberían ser precedidos de un proyecto aplicable en Atención Primaria» (ECSaU.5.6). 

«…Si el Gobierno creara el espacio…» (ECSaP.2.3). 

Lo incongruente es que en este nivel superior de decisión, también se manifiestan iguales reticencias y dudas, así lo expresa un funcionario del Ministerio: 

«…el problema es que no tengo la seguridad que desde el Ministerio haya voluntad real para que esto cambie» (FuMSa.1.2). 

Un punto clave aquí, es que no es tan importante el nivel de decisión en el que se resuelva la inserción del Profesor de Educación Física en la salud, ya que todos los funcionarios públicos pueden tomar esa responsabilidad para responder a las necesidades de la población. Estas atribuciones quedan expuestas en el Art. 12 de la Resolución Nº 652 (1997:6), que «El ejercicio de los cargos de dirección… implica, la facultad de tomar decisiones exigidas para el cumplimiento de las funciones…» y especifican que dichas atribuciones «podrán ser delegadas en los niveles inferiores respectivos», lo cual permite a cada director de un efector de salud decidir en el área de su competencia con bases en lo normado. 

Conclusiones

Si iniciar y desarrollar este proceso de investigación se tornó un trabajo difícil, darle cierre se presenta como una tarea aún más ardua. Al comenzar, todo estaba por decirse y varios eran los caminos posibles. Ahora, al detenernos y observar el sendero recorrido, quedan pocas opciones: una podría ser recapitular los hitos de nuestro viaje, paso a paso, con todas sus connotaciones, u otra darlo por terminado y suponer que las conclusiones ya fueron extraídas al mismo tiempo que se analizaba la situación, a través del discurso de los informantes. Se intentará recoger un poco de ambas. 

Remontándonos al origen de nuestro trabajo, rescatamos las experiencias personales de observación de la escasa o nula participación del Profesor de Educación Física en los equipos de salud, particularmente de los Programas Preventivos de la Provincia de Mendoza. Éste fue el principal desencadenante que nos llevó luego a cuestionarnos nuestra participación en otras áreas de la salud, en vistas a una futura inserción laboral. 

Posiblemente, este recorrido sirva, por un lado, para reflexionar sobre nuestra actuación profesional y el rol en salud que debemos y podemos desempeñar, y por otro lado para que aquellos que lean y se interesen por esta tesina, puedan tomar la posta que hoy nosotros dejamos, con el afán de darle cada día más crédito a la labor del Profesor de Educación Física en la salud. 

Consideramos que los objetivos que se fijaron para este trabajo han sido cumplidos en su totalidad, e intentaremos, a continuación, detallar las conclusiones a las que se arribó y las nuevas incógnitas que ocasionó esta investigación. 

Como primer objetivo nos propusimos identificar en qué efectores y programas de salud del sector público está presente el Profesor de Educación Física, pudiendo identificarse, a grandes rasgos en los espacios donde se recolectaron datos, que efectivamente existe la figura de este profesional en el sistema sanitario, tal vez no como se esperaría en relación con las necesidades que apremian a la salud de los mendocinos. De hecho, lo encontramos cumpliendo funciones en muy pocos Centros de Salud, en Hospitales y en la obra social OSEP. 

Cabe señalar, que de ningún modo se pretendió determinar estadísticamente cuántos Profesores de Educación Física están insertos laboralmente en el sistema de salud, sin embargo, fue un dato que ni el propio Ministerio de Salud poseía, a pesar de tener la certeza de su existencia en las dependencias. 

En segundo y tercer término, quisimos reconocer los factores que contribuyen a su inserción en estos establecimientos, como así también aquellos que la obstaculizan. Esperamos que este antecedente permita sentar un precedente desde el cual, a posteriori, intervenir en forma activa sobre los factores que inciden negativamente en la posibilidad de inserción de este profesional en el sistema, fortaleciendo y ampliando, también, aquellos que la favorecen. 

En cuarto y último lugar nos planteamos identificar las valoraciones que poseen los funcionarios del área de la salud, sobre la contribución en este sector de los profesionales de la Educación Física. 

De ello se extrajeron referencias muy valiosas sobre el rol del Profesor de Educación Física en salud, su formación y capacitación y la actitud profesional que asume. 

Pudo confirmarse que muchos de los profesionales consultados, con una concepción amplia de salud, están de acuerdo en trabajar en equipo con Profesores de Educación Física, ya que consideran su labor muy relevante por los beneficios que reporta la actividad física para la salud, en todos los niveles de prevención. Pero la realidad cotidiana de los servicios de salud de la provincia es muy dispar, especialmente por las diferencias edilicias que se observan. Este punto nos recuerda que así como se encuentran centros asistenciales modernos y con espacios físicos adecuados para la realización de actividad física, también se observan casas de abobe reacondicionadas y muy incómodas, por cierto, incluso hasta para la tarea de consultorio de los mismos médicos. Esto hace que los Encargados de los Centros de Salud y Hospitales no siempre sean accesibles a incorporar un servicio como este para la comunidad, pues sus instalaciones no lo permiten. 

Al respecto se desea acotar que si bien los espacios físicos son importantes, siempre pueden buscarse alternativas cuando la intención es implementar una actividad que reporta tanto provecho a la sociedad y los hechos lo demuestran dado que hay antecedentes de coordinación entre centros asistenciales con municipios, polideportivos y escuelas. 

Esto último hace pensar que la coordinación entre el Ministerio de Salud y la Dirección General de Escuelas, o bien los Municipios Departamentales, o la Subsecretaría de Deportes, o todas estas reparticiones trabajando en conjunto, harían un nexo de óptima conveniencia para la salud. Pero esto se expresa únicamente como un anhelo y sugerencia de los investigadores, hasta el momento, sin dejar de considerar algunos intentos aislados. 

Por otra parte, tanto los Encargados de los Centros como el mismo Ministerio confirman que sería poco factible la inversión en promoción y prevención de la salud al considerar que este tipo de políticas no son observables, como sí lo son las de seguridad, por ejemplo, ya que parece no resultarle igual a la población ver incrementado el número de agentes de la Policía en las calles, que enterarse de la contratación de profesores para la prevención de las patologías más frecuentes. Tengamos presente que mundialmente se dedica a la prevención una cifra inferior al 5% de los recursos. Si la distribución presupuestaria se enfocara en menor medida hacia tareas asistenciales y se duplicaran las gestiones en prevención, quizás en unos años estaríamos presentes, en todos los centros asistenciales de la provincia. 

Desde la interpretación de algunos discursos, entendemos que puede haber existido en el lector la creencia de alusiones hacia un duro cuestionamiento al sector médico o hacia su modo de abordaje de la salud. Sin embargo no fue nunca nuestra intención, pero a partir de allí, evidenciamos la persistencia del modelo médico hegemónico, a pesar de su evidente crisis. 

Reflexionando sobre el análisis, podemos determinar los factores que favorecen la inserción del Profesor de Educación Física en el Sistema Sanitario y aquellos aspectos que se constituyen en fortalezas de nuestro accionar para con los actores del sistema sanitario, destacándolos en negrita: 

Poder de decisión de los usuarios: Varias veces dijimos que uno de los hallazgos fue saber que los propios usuarios son influyentes decisores de salud y que el peso de su opinión favoreció la permanencia del Profesor de Educación Física en algunos equipos de salud. 

Visión de salud de los profesionales: La orientación ideológica de médicos y demás decisores, fundamentada en una visión integral del proceso salud-enfermedad resulta un facilitador de la inserción. Ejemplo de lo que decimos es la Obra Social de Empleados Públicos, donde un número importante de colegas trabajan en equipo con médicos y profesionales no médicos, como Nutricionista, Trabajador Social, Psicólogo, etc., en la mayoría de sus programas. Dicha orientación, que según creemos tiene arraigo en la actual formación de las nuevas cohortes de egresados de la Facultad de Ciencias Médicas, otorga mucha más factibilidad a la inserción del Profesor de Educación Física en equipos de salud. 

Poca edad de los profesionales: En concordancia con lo antedicho, compartimos con los decisores también, que la visión de salud de los profesionales más jóvenes es mucho más abierta y posibilita un espectro laboral más amplio para nuestra actuación en salud. Así, proponen que nuestro rol debe abarcar todas las áreas de la Atención Primaria de la Salud, con prioridad, por mayor rédito a largo plazo, en la promoción de la salud y prevención primaria y secundaria. 

Experiencia laboral positiva: Quienes han tenido la oportunidad de trabajar en áreas de la salud con Profesores de Educación Física, apoyan la inserción del mismo en los equipos interdisciplinarios, defendiendo su rol preventivo en la salud. Esto puede apreciarse desde diferentes contextos y posiciones directivas. 

Formación docente: Los decisores reconocen que nuestra formación docente, aporta al equipo de salud herramientas de que ellos carecen, ligadas a la capacidad pedagógica para acercarse al usuario, transmitirle conceptos nuevos en materia de salud, erradicar mitos y educarlos en hábitos saludables. Concretamente aseveran que facilitamos el acercamiento al usuario mejorando el manejo de información dentro del sistema sanitario, beneficiándonos para poder entender y trabajar en definitiva con el actor más importante: que es el usuario. Que se reconozca esto, implica para nosotros un avance fundamental. 

Rédito económico: Se considera que el Profesor de Educación Física posee gran importancia dentro de los equipos de salud y la labor a desempeñar por su parte, implicará a largo plazo la disminución de costos en salud al combatir a las ENT que son causa de muchas muertes y también muchos gastos para asistencia sanitaria. Otra ventaja frente a otras profesiones que debemos saber aprovechar, es que en el mismo tiempo físico en que un médico puede atender cuanto mucho a 4 o 5 pacientes, nosotros podemos desarrollar un programa de actividad física con contenidos educativos simultáneamente con 10 a 15 personas y permanecer con ellas por el lapso de una hora. Esto echa por tierra el fantasma del presupuesto como factor limitante de la contratación de Profesores de Educación Física para el circuito de salud. 

Función social: Desde parte de los centros de salud rurales y periféricos, se plantea la necesidad de disponer de Profesores de Educación Física por razones sociales, valorando así en nuestro trabajo, un rol de contención. En dichos Centros, según lo manifestado por los entrevistados, la población blanco de actividad asistencial, posee necesidades diferenciadas dado que se encuentra menos informada si se compara con los usuarios de zonas urbanas (estos últimos, tienen acceso a mayor cantidad de información por medios masivos: tv, internet, publicidad en las calles, etc.). 

Actitud personal del Profesor de Educación Física: Se reconoce la actitud de los profesores frente a incrementar sus conocimientos en materia de salud, considerándoselo una acción muy favorable para acceder a diferentes espacios y cargos en el área en cuestión. 

Relevancia de la actividad física: ningún decisor niega los beneficios que reporta la actividad física en la salud, pero sí parecen olvidar que el Profesor es el especialista del ejercicio físico, y por tanto, el profesional con la competencia para planificar, desarrollar y supervisar adecuadas actividades físicas para la salud, más aún si su formación se orienta a este campo. Este es uno de los aspectos en los que debemos trabajar concienzudamente, para revalorizar el estatus profesional de la carrera y la formación. 

A nuestro juicio, la tarea del Profesor de Educación Física en la Salud es una disciplina nueva, si se la compara con los dos mil quinientos o más de la profesión médica. Puede verse, entonces, como un estímulo y no como una limitación de nuestro accionar en el sistema sanitario.

La influencia que se puede ejercer con este factor favorable, sin embargo, varía según el papel de los distintos actores, funcionarios y usuarios. Pero muchos opinan que el reconocimiento de la Educación Física, tiene que ver además con una iniciativa ministerial en cuanto a acciones políticas de contratación. Y la política vigente, hasta ahora no ha demostrado con acciones contundentes que se enmarcaría en estrategias de promoción y prevención de la salud, por lo menos en lo que respecta a facilitar la inclusión del Profesor de Educación Física en la salud. 

Así cambiando el polo de la discusión y centrando el interés en los factores que dificultan nuestra inserción se hará mención de los siguientes: 

Actitud Profesional inconstante: Las valoraciones más críticas hacia nuestro accionar, surgen en el contexto de la O.S.E.P. y avalados además, por los propios Profesores de Educación Física que se encuentran coordinando programas de salud en los hospitales. Dichas críticas redundan en una falta de constancia para registrar datos o las propias acciones en la práctica, como planificaciones y evaluaciones, pero también por tener una actitud pasiva frente a darnos a conocer profesionalmente o presentar proyectos pertinentes al área de la salud. 

Consideramos este tema crucial, aceptando la realidad como propia, sería muy útil dar a conocer este aspecto relacionado con nuestra profesión, para que los colegas se replanteen el registro de datos y la medición de resultados, de manera específica o más seria. Es decir proponernos que nuestra tarea mejore. Que detallemos por escrito los objetivos que nos proponemos lograr; las estrategias que nos permitan cumplirlos y sobre todo una evaluación que permita tanto a los usuarios, como a los demás integrantes del equipo, conocer los resultados que arroja nuestra tarea. Dicha evaluación también nos facilitará identificar dificultades en nuestro accionar y realizar consecuentes correcciones en el proceso. 

Supuesto desconocimiento del rol del Profesor de Educación Física en salud: Si bien hay una creencia compartida en lo tocante a lo beneficioso que es la actividad física para la salud, como mencionáramos más arriba, la misma no se asocia directamente al Profesor. Es más, resulta paradójico que desde distintos ámbitos como el Ministerio de Salud se manifieste desconocer nuestro rol en la salud, sobre todo cuando al cuestionárseles a los decisores, sobre el lugar que le otorgarían en salud al Docente, demuestran indirectamente que conocen muy bien sus posibles incumbencias profesionales y las expresan con firmeza y claridad en sus discursos relacionándonos con programas de: gimnasia preparto, recreación y deportes como contención y reeducación de niños y adolescentes, gimnasia laboral y prevención de ENT, enfermedades mentales como la depresión, rehabilitación y discapacidad. 

Resultó muy significativo observar que la elección de los profesionales sobre el lugar que le otorgarían al Profesor de Educación Física, se encuentra signado tanto, por la función o cargo que desempeñan los funcionarios, como por el lugar físico-geográfico en que se encuentra emplazado el Centro Asistencial. 

Encasillarnos en la docencia: Parece ser que en el imaginario de algunos funcionarios de la salud, el Profesor de Educación Física solo puede circunscribirse a la docencia, esta es su forma de manifestar que no desean que nos inmiscuyamos en la salud, lo cual no hace más que reafirmar la vigencia de la hegemonía médica. 

Modelo biologicista persistente: Es altamente recurrente el enfoque centrado en lo biológico y la hegemonía de la profesión médica sobre otras. Esta perspectiva que se visualiza a partir del análisis de los discursos permitiría entender los múltiples condicionantes para la inserción del profesor, que argumentan los profesionales entrevistados, a pesar de considerar la actividad física un instrumento fundamental en la salud de los individuos. 

Esto por poner un ejemplo del tipo de problema al que le enfrenta el avance de una ciencia que tiene (para bien o para mal) demasiado poder sobre la salud y el bienestar de las personas. El trabajo pretende alertarnos también sobre la realidad de que los médicos, disponen de las herramientas que refieren a su rol específico y por ello no pueden abarcar todos los aspectos de cada problema de salud existente, necesitan de otras profesiones: Nutrición, Asistencia Social, Educación Física, Sociología, Psicología, etc. 

Para los investigadores, esta visión de salud acotada y el peso de la comunidad médica sobre los espacios de la salud, son las principales limitantes de inserción del Profesor de Educación Física. Pensamos, en ese sentido, que la difusión de alguna información relativa a los modelos de trabajo de los Profesores de Educación Física, a las experiencias positivas de éstos en equipos de salud, incluso este humilde trabajo de investigación, podrían ayudar a zanjar diferencias y a destruir prejuicios existentes. 

Presencia operativa: Desde todos los espacios de decisión se denota que el Profesor de Educación Física es visualizado únicamente en la parte operativa de la salud, o sea dando clases y guiando a los usuarios en su actividad física; en ningún momento se planteó un decisor, que podría caber la posibilidad de otorgarnos un cargo en los niveles de decisión del sistema sanitario. Es un anhelo que en un futuro próximo, con el esfuerzo de los propios Profesores de Educación Física y con argumentos sustentables estén incluidos en los equipos de salud del Ministerio o sea en espacios decisionales y de planificación de acciones en salud, para poder trasladar a la comunidad los beneficios de planees preventivos.

Presupuesto: Volviendo a la compleja situación de la salud en la provincia, son múltiples las variables que inciden para que esto cambie y desgraciadamente muchas de las más decisivas permanecen fuera del control de sus integrantes por ejemplo las que tienen que ver con la economía, consignado por todos los entrevistados. Sin embargo aún hoy pensamos que no es tan relevante, sino que más bien es una muy buena excusa para eximirse del peso de tomar decisiones y evitar el esfuerzo de buscar alternativas de solución. 

Ahora creemos haber desarrollado todos los factores que inciden favorablemente o no sobre nuestra inserción laboral en la salud, pero a pesar de ello quedan muchas cosas por expresarse aún. 

Por ejemplo pensamos que sería de gran valor estudiar sistemáticamente el grado y la forma en que los médicos imparten información sobre los beneficios de realizar ejercicio en forma supervisada. Decimos esto pues son incontables las veces en que estos profesionales recomiendan como parte de un tratamiento, la actividad física, pero rara vez especifican a quien recurrir para que la administre y peor, hay ocasiones en que se atreven a dosificarla. 

Como vimos en nuestro marco teórico y también en las entrevistas, no hay información suficiente sobre nuestro rol en salud o la importancia que reviste dentro de los equipos. Es por esto que creemos que se podría mejorar fomentando la investigación sistemática en el área y publicando los profesores nuestras propias experiencias en equipos de salud. 

Ésta y muchas otras mejoras podrían hacerse en etapas posteriores, teniendo en cuenta lo ya hecho por nosotros a nivel exploratorio y descriptivo. 

Las perspectivas que posibilitan nuestra inserción en el campo de la atención primaria de la salud, permitirían también una apertura a un área en la que hoy no tenemos participación: en los ámbitos de decisión, tanto del Ministerio de Salud como en Centros hospitalarios y asistenciales. Sin duda, indagar por qué no estamos en espacios decisionales de la salud y, a su vez, definir qué mecanismos nos permitirían llegar a esta instancia, es un punto trascendental. 

Creemos que pueden ser muchos más los caminos a seguir. Hemos evidenciado tan sólo los que nos interesan a nosotros, en virtud de nuestra personal experiencia y formación. 

Ahora bien: puestos frente a la problemática que hemos examinado en esta investigación y al contexto organizacional de la misma, nos resulta muy difícil pensar que tenemos que quedarnos con una actitud conformista frente a esta realidad. Debemos replantear seriamente nuestro rol en salud y luchar contra aquellos aspectos que dificultan nuestra inserción al sistema sanitario. 

El resultado de trabajos de este tipo podría, para enriquecerse, ser analizado, discutido y confrontado con otros investigadores en el área de la Educación Física, ayudándonos a encontrar puntos en los que sería necesaria una revisión más profunda. También cabría la posibilidad que cuestionasen o concordaran, sobre aspectos concernientes a la actitud profesional, su relación con el ámbito de la salud e incluso poner en discusión la currícula vigente en cuanto a su direccionalidad pedagógica explícita, en detrimento de otros posibles roles profesionales del Profesor de Educación Física. 

Con esto damos por terminado nuestro recorrido. Creemos haber cumplido con los objetivos que orientaron la búsqueda de respuestas acerca de nuestra participación en salud. Es nuestra mayor anhelo que el Profesor de Educación Física participe de los equipos de salud de la Provincia de Mendoza y que esté inserto en las organizaciones asistenciales que tan gentilmente nos han ayudado con este trabajo. También, que sirva a otros profesionales de la Educación Física para que tengan en cuenta lo que piensan otros sobre nuestro trabajo, y así poder adoptar posturas más acordes a lo que se solicita de nuestra profesión, tomando como fuente de información las conclusiones de este trabajo de investigación. 

Finalmente, esperamos que este trabajo sirva de sustento y justificación para nuestra participación en el sistema sanitario, ampliando las posibilidades existentes y/o generando nuevos espacios de intervención, y sea también soporte de nuevas investigaciones que consoliden, aún más, el rol esencial del Profesor de Educación Física en la salud.

Anexos 

Planilla de Siglas

Planilla de Siglas

Registro de Entrevistas del Trabajo de Campo 

Registro de Entrevistas del Trabajo de Campo

Factores en la mortalidad y en el gasto mundial 

Inserción del profesor de educación física en programas de salud

Fuente: elaboración propia en base a Asenjo, 1993 en González García (2004: 79) 

Inserción del profesor de educación física en programas de salud

Tabla 18-1. Modelo epidemiológico para el análisis de la política de salud. Evaluación de enfermedades.

Modelo epidemiológico para el análisis de la política de salud

Fuente: Wolman, 1976. (Tomado de Dalto, S. R. y García Amigo, S. R.: «Enfoque sociológico del fenómeno de salud-enfermedad», en Revista FNSP 8 (19); Medellín, enero-junio, 1982). 

ORGANIGRAMA DEL MINISTERIO DE SALUD 

Organigrama Ministerio de Salud Argentina

Referencia: adaptado del Decreto Nº 1025/02 

ORGANIGRAMA DE LA RED PROVINCIAL DE ASISTENCIA SANITARIA 

Inserción del profesor de educación física en programas de salud

Referencia: Adaptado del Decreto Nº 1448/02