Consecuencias Psicológicas
Ya conociendo el proceso de TMO es importante saber que la leucemia mieloide crónica es conocida como un cáncer de la sangre; por lo tanto los pacientes afectados con esta enfermedad con el simple hecho de mencionar dicha palabra les genera mucha ansiedad sin mencionar los cambios que sufren tanto físicos como psicológicos. Esto trae como consecuencia mucha incertidumbre y a su vez se presentan diferentes emociones, como ira, negación, culpa, desesperación etc. En un estudio revisado del Instituto de Hematología e Inmunología (1995) se encontró que los adultos afectados por leucemia manifestaban los siguientes síntomas psicológicos: depresión, ansiedad, disminución del rendimiento en algunas funciones cognitivas, elevado neuroticismo, agresividad, preocupaciones hipocondríacas, tendencias paranoides, mecanismos inadecuados de adaptación; así como sentimientos de soledad y frustración (Malca, 2005).
Por las características intrínsecas del TMO en un momento u otro del proceso, el enfermo se encuentra sometido a un elevado nivel de estrés. El servicio de Hematología y Hemoterapia del hospital universitario la Paz de Madrid encontraron que las reacciones principales en pacientes que van a ser sometidos a un trasplante son: ansiedad, depresión, dolor y vómitos (Arranz, P., Coca, C., et.al).
La ansiedad es una respuesta emocional que se presenta en el sujeto ante situaciones que percibe o interpreta como amenazantes o peligrosas, aunque en realidad no se pueden valorar como tal, esta manera de reaccionar de forma no adaptativa, hace que la ansiedad sea nociva porque es excesiva y frecuente. Es por esto que la ansiedad es considerada como un trastorno mental prevalente en la actualidad, ya que engloba toda una serie de cuadros clínicos que comparten, como rasgo común, extrema de carácter patológico, que se manifiesta en múltiples disfunciones y desajustes a nivel cognitivo, conductual y psicofisiológico. (Virues, R. 2005).
El término ansiedad, proviene del latían «anxietas», congoja o aflicción. Consiste en un estado de malestar psicofísico caracterizado por una sensación de inquietud, intranquilidad, inseguridad o desosiego ante lo que se vivencia como una amenaza inminente y de causa indefinida. La diferencia básica entre la ansiedad normal y la patológica, es que ésta última se basa en una valoración irreal o distorsionada de la amenaza. Cuando la ansiedad es muy severa y aguda, puede llegar a paralizar al individuo, transformándose en pánico. (Virues, R. 2005).
Haciendo referencia a Virues los pacientes que van hacer sometidos a pre-trasplante.
Pueden percibir de manera muy amenazante el proceso, ya que esto implica mucho riesgo en la salud incluso hasta perder la vida.
La depresión en los pacientes no solo afecta a los pacientes sino que también tiene un gran impacto negativo en sus familiares. Una encuesta llevada a cabo en Inglaterra, entre mujeres con cáncer de seno (mama) mostró que entre varios factores, la depresión fue el factor pronóstico más marcado entre los problemas emocionales y de comportamiento en sus hijos. (Watson, St. James, Ashley S, 2006).
Esto hace pensar que estos pacientes necesitan de un conocimiento más claro de la enfermedad, además de contribuir a la implementación de un programa psicológico de atención integral para estos pacientes, que les permita comprender el proceso pre-trasplante y las dudas que surgen a lo largo del tratamiento.
El temor a la muerte, la alteración de los planes de vida, los cambios en la imagen corporal, autoestima, los cambios en el rol social y en el estilo de vida, así como las preocupaciones económicas y legales son asuntos importantes en la vida de cualquier persona con algún padecimiento crónico aún así, no todos los que están diagnosticados con dicha enfermedad experimentan depresión grave o ansiedad. (Watson, St. James, Ashley S, 2006).
Un elemento crítico en el tratamiento del paciente es reconocer los índices presentes de depresión para poder establecer el grado apropiado de intervención, que podría abarcar desde una consejería breve, a grupos de apoyo, medicación o psicoterapia. Por ejemplo, la relajación y las intervenciones mediante la consejería ha mostrado que puede reducir síntomas psicológicos (Block, 2000).
Los profesionales de la salud deben de reconocer los índices de depresión y ansiedad para intervenir de manera adecuada en el paciente y así lograr un mejor éxito en el proceso.
Conclusión
En primera instancia es muy importante conocer el procedimiento de TMO porque a partir de este, se puede llegar a conocer las consecuencias psicológicas que provoca al paciente ante el sometimiento de un protocolo de pre-trasplante de médula ósea en pacientes con leucemia mieloide crónica. Así como también entender la enfermedad como tal; ayuda a conocer que reacciones le produce al paciente y como le puede afectar en su personalidad.
Tomando de referencia que la enfermedad como tal es un estresor para el enfermo con consecuencias psicológicas diferentes para cada uno de ellos; entonces el TMO implica un estresor psicológico grave, ya que se padece la enfermedad y además se someten a un tratamiento muy agresivo.
En pacientes que son canalizados a un pretrasplante es muy frecuente encontrar niveles altos de ansiedad aunado a una depresión; por lo tanto es muy importante que los profesionales de la salud conozcan estas características para poder realizar un programa psico-educativo donde ayuden al enfermo a obtener una mejor información y comunicación; así como también habilidades de afrontamiento para manejar el estrés y así prevenir respuestas y dificultades durante el proceso.
Es muy importante identificar el nivel de ansiedad del paciente ya que puede provocar que se paralice; así como el estado de depresión para obtener un adecuado manejo en el proceso de pre-trasplante de medula ósea.
Por otro lado estar al tanto de su situación sociofamiliar para poder influir sobre ella desde un punto de vista educativo y terapéutico.
Es muy importante la intervención del psicólogo durante esta etapa de tratamiento, porque enseña al paciente como disminuir los síntomas, ya que estos pueden provocar alteraciones en dicho tratamiento y a los familiares a cómo ayudarse y ayudarlo para una mejor adaptación. Todo esto contribuye a compartir las angustias y sufrimientos del enfermo y a mejorar su calidad de vida.
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