Efectos Psicológicos en Pacientes con Leucemia Mieloide

Efectos psicológicos en pacientes con leucemia mieloide. El presente trabajo tiene como objetivo identificar las consecuencias psicológicas de pacientes con leucemia mieloide crónica pretrasplante de medula ósea; con la finalidad que los profesionales de la salud y los familiares ayuden aminorar los efectos del proceso y a mejorar el estado del paciente. Se presenta el proceso y tipos de trasplante de médula ósea, así como las complicaciones de dicho tratamiento.

En dicho Se encontró que previo al trasplante se presentan diferentes cambios en la personalidad de los pacientes primordialmente la ansiedad y depresión. Profundizar sobre estos cambios nos ayudará a conocer sobre como intervenir adecuadamente ante estas situaciones y a la realización de programas psico-educativos para mejorar la calidad de vida del paciente.

Palabras clave 

Leucemia mieloide crónica (LMC), Trasplante de médula ósea (TMO), Estrés psicológico, ansiedad y depresión. 

Introducción

El motivo de este artículo es dar a conocer las consecuencias psicológicas a los profesionales de la salud y obtener herramientas necesarias para ayudar al paciente a enfrentarlas y así lograr un trasplante más exitoso. Mi necesidad de realizar este artículo es porque hay instituciones en donde no existe la atención adecuada para manejar este tipo de problemas en los pacientes, ya que son referidos a otra área como por ejemplo trabajo social etc. Así como también no hay cuestionamientos tales como: ¿Qué espera el paciente?, ¿Qué es lo que siente el paciente antes de ser sometido al trasplante?, ¿Qué consecuencias psicológicas conlleva hablar de este tratamiento? ¿Cómo se podría ayudar a estos pacientes?, muchos más de estos dichos cuestionamientos surgen cuando un paciente pretrasplante se somete a este tipo de tratamiento, pero en realidad no conocen a fondo el estado de los pacientes. 

La leucemia mieloide crónica es un síndrome mieloproliferativo crónico de naturaleza clonal, originada en la célula madre, que resulta en un excesivo número de células mieloides en todos los estadios de maduración. Fue la primera enfermedad maligna asociada con una lesión genética y constituye la primera forma de leucemia definida, representa del 15 al 20% del total de leucemias y su incidencia en los países occidentales se estima en 1.5 casos por 100 000 habitantes por año. La edad mediana de su aparición es de alrededor de 53 años y la incidencia máxima es entre los 30 y los 40 años (Pavón, 2005). 

Uno de los principales tratamientos de leucemia mieloide crónica es el trasplante de medula ósea (TMO) el cual es ampliamente aceptado para las enfermedades congénitas y adquiridas de la médula ósea, tumores sólidos y alteraciones metabólicas. Se estima que cada año se efectúan alrededor de 5000 procedimientos con resultados satisfactorios que van de un 60 a 85%. En este proceso el paciente necesita ser sometido a dosis letales de quimioterapia y por consecuencia un apoyo psicológico para conocer las expectativas del enfermo (Cuellar, 1990). 

Trasplante de Médula Ósea 

El TMO culmina de alguna forma los progresos en terapéutica hematológica y oncológica. Este procedimiento, que en un inicio se contempló solamente como una medida de rescate de tratamientos antileucémicos, con posterioridad se ha demostrado también como una forma de inmunoterapia de alta eficacia en algunos padecimientos hematológicos como hemopatías malignas, anemia aplástica, inmunodeficiencias y gran número de tumores sólidos (Grañena, 1993). 

El trasplante de células progenitoras hematopoyéticas, consiste en la infusión de estas células obtenidas de la médula ósea, la sangre periférica, el cordón umbilical o el hígado fetal, a un paciente que ha sido previamente acondicionado para recibir el injerto. (Facundo, Balea y Moran, 2004) 

 La selección de la fuente y el tipo de trasplante están determinados por diferentes factores. Se lleva a cabo una revisión de algunos aspectos básicos del trasplante de células hematopoyéticas como su historia, tipos, fuentes, e indicaciones. 

Tipos de Transplantes 

1) Alogénico 

Es efectuado entre individuos de una misma especie. El procedimiento implica la infusión de células hematopoyeticas (CPH) de un donante sano a un paciente que se ha sometido a un tratamiento de acondicionamiento, administrado previamente, con el fin de erradicar las células neoplásicas y la capacidad de respuesta inmune del receptor, para evitar un rechazo del injerto una vez infundido. La principal limitación para la realización de este tipo de trasplante es la disponibilidad de un donante familiar HLA compatible. Sin embargo, los avances obtenidos en los últimos años en el campo de la inmunología y la biología molecular, así como la creación de registros de donantes de médula y bancos de sangre de cordón, han permitido ampliar las posibilidades de encontrar donantes histocompatibles no relacionados para los pacientes que lo requieren (Facundo, Balea y Moran, 2004). 

2) Singénico o isogénico 

En este tipo de trasplante el donante y el receptor son gemelos homocigotos y, por lo tanto, no existen entre ellos diferencias genéticas ni inmunológicas. 

3) Autólogo o autotrasplante de médula ósea (Facundo, Balea y Moran, 2004). 

Este tipo de trasplante consiste en obtener células progenitoras hematopoyéticas del propio paciente, conservarlas y reinfundirlas, después de administrar dosis de quimioterapia y/o radioterapia ablativo. (Facundo, Balea y Moran, 2004). 

La posibilidad de tener un donante genotipicamente idéntico en la familia es solo de 1 en 4 familias, y aumenta en la medida en que se tengan varios hermanos. 

Por tal motivo se debe de comprender la incertidumbre que siente el enfermo al iniciar el protocolo de (TMO); a continuación explicare las fases del procedimiento para tener un poco más claro la forma que son preparados los pacientes. (Cuellar, 1990). 

  1. Preparación para el procedimiento: el que recibe las células madre se somete a un régimen preparatorio o condicionante con altas dosis de agentes quimioterapéuticos y/o radiación, con lo cual se logra erradicar la médula enferma del receptor y se crea al mismo tiempo, un espacio para las células hematopoyeticas del donante. 
  2. Procedimiento del TMO: el día cero y bajo anestesia general se le practica al donante entre 50 y 300 aspirados de médula ósea con el fin de obtener un número suficiente de células nucleadas para su implante en el receptor. 
  3. Período postrasplante: se caracteriza por la aplasia medular y tiene una duración aproximada de 2 a 6 semanas: Durante este período son frecuentes las infecciones por bacterias y hongos por lo tanto es necesario el uso de antibióticos de amplio espectro, antimicóticos ocasionalmente transfusión de granulocitos.

En México también se practica en diferentes centros, pero como el costo es muy elevado, ya que tiene un costo promedio de 100 a 150 mil dólares comparado con países desarrollados (entre 250 y 300 mil dólares) el costo es menor, sin embargo es un precio alto para la población Mexicana. (Aunque, curiosamente, menos que en otros países) los pacientes de bajos recursos y sin protección social se encuentran sin posibilidades de gozar de él, por lo que se ven privados de sus beneficios y de la eventual curación de su enfermedad. (Gómez, 2001). 

Un cuerpo sano regenera continuamente su médula ósea a semejanza de la sangre, por lo que los donadores se recuperan totalmente. Debido a esta característica y a las bondades que ha demostrado el trasplante en la lucha contra el cáncer, es que en casi todo el mundo (Estados Unidos, Canadá, Europa, México y algunos países de Latinoamérica) se ha convertido en la mejor vía para intentar salvar la vida de los pacientes con leucemias, linfomas, algunos tumores de otros órganos, anemias hereditarias severas y deficiencia congénitas del sistema inmunológico (Gómez, 2001). 

La tasa de éxito del trasplante de médula ósea varía dependiendo de la enfermedad y del tipo de trasplante, pudiendo ser hasta del 90%. Por otro lado, se asocia a un riesgo de muerte (por infecciones, sangrado, toxicidad del esquema de acondicionamiento, etc.) que va del 30 al 40% para el trasplante alogénico y del 10 al 20 % para el singénico y el autólogo, de ahí que deba considerarse un tratamiento de alto riesgo. (Gómez, 2001). 

Las complicaciones más frecuentes son: 

Rechazo de la nueva médula ósea por parte del receptor, que la interpreta como extraña al no tener la misma información genética. 

Infecciones en el período en que la médula ósea trasplantada todavía no es capaz de realizar su función de defensa. 

Neumonía provocada por la quimioterapia, la radioterapia o por gérmenes. 

Enfermedad del injerto contra el huésped: Aparece en más del 60% de los receptores de una médula y causa un 20% de muertes. Consiste en que las nuevas defensas administradas reconocen el organismo receptor como extraño e intentan destruirlo, como la piel, el hígado y el intestino los órganos más afectados. Se intenta prevenir administrando distintos fármacos inmunosupresores, como ocurre en el trasplante de otros órganos. (Gómez, 2001). 

Factores Psicológicos en la Enfermedad 

Se toma de referencia que como tal la enfermedad en general es un fenómeno identificado como estrés entonces se dice que es el factor psicológico más relacionado con la salud. (Rodríguez y Frías 2005). 

El estrés psicológico es una relación entre la persona y el medio ambiente que es apreciada por la persona como agotando o excediendo sus recursos y amenazando su bienestar (Rodríguez y Frías 2005). 

Diversos autores explican los pasos que se llevan a cabo en el TMO, junto a las reacciones psicológicas que les acompañan. La decisión de realizar el trasplante suele tomarse tras un periodo de enfermedad y tras una respuesta poco satisfactoria a otros tratamientos. (Arrarás, Arias y Arbizu, 1998). 

En la etapa previa al trasplante se realizan más pruebas, se coloca un catéter tras una intervención con anestesia local y una quimioterapia intensa; por lo tanto estas situaciones previas generan reacciones emocionales importantes. Varios investigadores han valorado las reacciones psicológicas en la preparación de pacientes a un trasplante de medula y llegan a la hipótesis que la ansiedad es la reacción que se presenta con más frecuencia (Arrarás, Arias y Arbizu, 1998).