Control de Condiciones Antiergonómicas

2.2.1.2 Dolor Dorsal:

Aunque no es tan frecuente, reviste importancia debido a sus signos y síntomas más comunes son el dolor, aumento en la sensibilidad, rigidez y/o deformidad en la espalda, que se pueden irradiar al cuello, miembros superiores o miembros inferiores, lo que puede llegar a causar incapacidad.

A pesar de su origen multifactorial, hay que considerarse que puede ser generado por sobreuso, sobrestiramiento, lesiones en tejidos blandos y una serie de patologías de base como la escoliosis idiopática (curvatura lateral de la columna), cifosis (comúnmente conocida como joroba), deformidades secundarias a lesiones neurológicas, musculares o por enfermedades infecciosas que son de predominio dorsal y las metástasis de cáncer como el de seno, pulmón, riñón y tiroides que generalmente se alojan en la columna dorsal debido a su cercanía.

En el caso específico de las deformidades de columna, aunque estas pueden estar presentes en el individuo previamente, es probable que las posturas adoptadas por él durante la ejecución de su trabajo, sean las que disparen o aumenten la sintomatología o su gravedad.

2.2.1.3 Dolor Lumbar:

Es uno de los más comunes en la población trabajadora según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se dice que aproximadamente el 80% de las personas han experimentado este tipo de dolor en algún momento de sus vidas, pero además es de gran importancia en el tema ocupacional, puesto que es una de las causas más frecuentes e importantes de incapacidad laboral.

Es ocasionado por traumas o por degeneración pre-existente de los discos, o ambos, los síntomas pueden comenzar en cualquier edad pero se asocian especialmente con la tercera y cuarta década de la vida. Los discos disminuyen su resistencia con la edad, lo cual ocasiona acumulación posterior de anillo con lo cual protruye el núcleo pulposo produciéndose hernias discales. La presión del disco al comprimir el nervio produce el dolor o debilidad sensomotora en la distribución de la raíz nerviosa.

La NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health) identifica como responsable de la mayoría de las lesiones osteomusculares ocupacionales, la exposición al levantamiento manual, los movimientos repetitivos y la vibración. La NIOSH presenta los siguientes indicadores como orientadores del problema:

  • El sobreesfuerzo fue la causa aparente del 60% del total de demandas laborales por Lumbalgia ocupacional en USA.
  • Los traumas por sobre-esfuerzo de todo tipo ocurren en aproximadamente 500.000 trabajadores por año.
  • Los traumas por sobreesfuerzo equivalen al 25% de todas las patologías ocupacionales reportadas en USA.
  • Aproximadamente dos terceras partes de las demandas por sobreesfuerzo se originan en actos relacionados con el levantamiento de cargas y cerca al 20% se relacionan con las maniobras de empuje y arrastre de cargas.
  • Se estima que el 2% de la población laboral de USA es compensada económicamente por dolor lumbar. El19% del total de solicitudes de compensación económica se relacionan con lumbalgias. El 41% del total de los subsidios en dinero se cargan a la Lumbalgia.
  • Menos de una tercera parte de los pacientes con Lumbalgia ocupacional por sobreesfuerzo físico y con ausentismo importante por dicha causa, regresan a su trabajo previo a la lesión.

“En Colombia, en estudios realizados por el Instituto de Seguros Sociales confirman la prevalencia de la enfermedad solo superada por la Hipertensión arterial. En estudios de menor amplitud realizados en Santa Fe de Bogotá 1988 se encontró que el 37.4% de los pacientes que consultan los servicios de Rehabilitación lo hacen por dolor lumbar”.

El síndrome doloroso lumbar típicamente se localiza entre la reja costal inferior y el pliegue glúteo sobre la región posterior del muslo. Frecuentemente se irradia a muslos, hasta rodillas y algunas veces a grueso artejo y acompañarse de otros síntomas como hormigueos, adormecimientos o debilidad y en ese caso llamarse ciática. En la ciática la radiación del dolor hacia el miembro inferior siguiendo la distribución de L5 se manifestará en la parte anterolateral del miembro inferior y en dorso del pie, al afectarse S1 el dolor se localizará en el borde lateral de la pierna y pie.

En la evaluación clínica del dolor lumbar se deben siempre considerar la distribución anatómica, las características, la relación con otros síntomas y la intensidad.

De acuerdo a su origen el dolor lumbar se puede clasificar en lumbalgia mecánica y orgánica.

Lumbalgia mecánica: En estudios epidemiológicos es constante ver que el dolor lumbar, la ciática o dolor localizado en el recorrido del nervio ciática, es decir en la parte posterior y medial de la pierna, la hernia de disco intervertebral y los cambios degenerativos de la columna lumbar se encuentran asociados a trabajo físico pesado, como el levantamiento, el transporte, empuje o la tracción de cargas pesadas, que generan fuerzas de tracción elevadas que afectan los músculos, ligamentos, superficies articulares y óseas, lo que genera lesiones mecánicas sobre los cuerpos y discos intervertebrales y ligamentos favoreciendo alteraciones a nivel de columna principalmente en la zona lumbar.

Es importante tener en cuenta que el trabajo que implica el mantenimiento de posturas ya sea bipedestación o sedestación, pueden generar alteraciones lumbares, bien sea por movimientos como torsiones, inclinaciones u otras posturas del tronco, o por la combinación de lo anterior con posturas estáticas puesto que para la nutrición del disco intervertebral es necesario el movimiento, sin lo cual el disco se degeneraría rápidamente y además la bipedestación o sedestación estarían favoreciendo la fatiga de tejidos blandos al disminuirse el aporte sanguíneo y no permitirían la relajación y descanso de estas estructuras por lo prolongadas.

Este dolor puede ser localizado o irradiado a los miembros inferiores, su aparición es espontánea y cede naturalmente con el reposo o tratamiento convencional, aunque en algunos casos este dolor puede llegar a convertirse en crónico, es de tipo ardor localizado en la parte baja de la espalda a la altura de las vértebras lumbares, o puede irradiarse a la región glútea o a la parte superior y posterior de los muslos, este dolor en parte es debido a que la columna lumbar está sometida permanentemente a fuerzas mecánicas, por ser el segmento que debe soportar mayor peso corporal, además de ser el último nivel móvil de la columna, lo que determina una mayor exigencia y mayor cantidad de lesiones a nivel L5-S1 y L4-L5, es decir en la región de unión entre la columna lumbar y la sacra.

El principal factor asociado a la lumbalgia mecánica es una “falsa o inadecuada postura” respecto a la actividad física desarrollada por el individuo. Otro factor de riesgo importante es la acción de levantar, soportar y transportar objetos, principalmente cuando se realiza de forma manual, frecuentemente y con objetos que sobrepasan los límites de capacidad del trabajador, sobretodo cuando se realizan sin ayudas mecánicas adecuadas.

Otras causas están dadas por disfunciones de la región lumbosacra, procesos degenerativos del disco intervertebral, la espondilolistesis (deslizamiento de una vértebra sobre la siguiente), estenosis vertebral (cuando el diámetro de los agujeros por los que salen los nervios disminuye generando compresión sobre los mismos) y fracturas óseas.

En resumen, la lumbalgia mecánica se puede originar por movimientos repetitivos, posición estática y levantamiento de pesos; no se demuestran signos clínicos, radiológicos o electromiográficos de lesión estructural y presenta las siguientes características:

  • Puede aparecer sin lesión orgánica.
  • Puede irradiarse a miembros inferiores.
  • Puede ser ocasionado por factores psicosociales.
  • La mayoría de los casos tiene una evolución favorable.
  • El paciente no puede flexionar el tronco por rigidez de la espalda.
  • Se relaciona directamente con las exigencias del puesto de trabaja (manejo de cargas y mantenimiento de posturas).

Lumbalgia Orgánica: Puede ser la manifestación clínica de enfermedades neurológicas, ortopédicas, reumáticas o mixtas que afectan la columna vertebral en su componente óseo, neural, articular o muscular. Según su etiología se puede clasificar en los siguientes grupos: Infeccioso (por tuberculosis), Neoplásico (osteosarcoma), Visceral (urolitiasis), Metabólico (osteoporosis), Inflamatorio (espondilitis anquilosante). Estas patologías se pueden identificar y demostrar en estudios radiológicos y en exámenes complementarios (mielografías, electromiografías, gamagrafía ósea, etc.).

2.2.1.4 Espondilolisis y Espondilolistesis:

Espondilolisis significa desplazamiento hacia delante del cuerpo vertebral respecto a la vértebra ubicada inmediatamente por debajo, el segmento más frecuentemente afectado es a nivel de la quinta vértebra lumbar, mientras que la espondilolistesis se refiere a un defecto en el arco vertebral, causado por anomalías congénitas, por fracturas o fatiga aguda. Estas anomalías son generadoras de dolor en cualquiera de los segmentos de la columna.

2.2.2 Alteraciones Osteomusculares en Miembros Superiores:

Entre las alteraciones de hombro y brazo asociadas más comúnmente al trabajo y secundarias al trauma acumulativo están las siguientes:

2.2.2.1 Hombro
  • Tendinitis: La postura vertical del hombre y sus actividades cotidianas gastan lentamente los tendones de los músculos supraespinosos y los del manguito musculotendinoso. La gravedad hace tracción sobre la cápsula y los tendones de los brazos colgantes y el movimiento de flexión hacia delante y la abducción causan fricción y compresión entre la cabeza del húmero y el ligamento acromiocoracoideo suprayacente.

Se ha notado que el trabajo que requiere levantar pesos grandes no necesariamente produce dolor del hombro por degeneración, sino que principalmente el trabajo con las manos abajo del nivel de acromion hace mucho más presión sobre los hombros. Esta posición sostenida produce también isquemia constante del manguito musculotendinoso y la tuberosidad mayor.

Una degeneración progresiva del manguito se ha notado en las personas que no hacen caso del dolor o la disfunción. En la quinta década de la vida, muchos manguitos se están desprendiendo del sitio de inserción y muestran síntomas de adelgazamiento y fibrilación.

Este adelgazamiento y degeneración se nota particularmente en la “zona crítica” y la incidencia de los ligeros desgarros en años ulteriores se vuelve más dominante. Cuando la intensidad de la degeneración del manguito se torna más aparente, también se nota desgaste en las tuberosidades del húmero.

La absorción de las tuberosidades también genera compresión del tendón del bíceps cuando la corredera bicipital se vuelve poco profunda y distorsionada y aun completamente obliterada. La bolsa subacromial también es atrapada entre estas fuerzas compresivas y las paredes de la bolsa se engruesan y cuando hay ruptura del tendón o invasión calcificante se distiende. La cara inferior del acromion, por fricción y presión del húmero colindante, se endurece y se engruesa. La senectud se debe considerar como un factor importante en la tendinitis degenerativa, aunque también otros factores entran en juego.

  • Bursitis: Es la inflamación en la bursa (cojín lleno de líquido), aguda o crónica. Las bolsas serosas son cavidades en forma de saco llenas de líquido sinovial, situadas en puntos del organismo donde se produce fricción, por ejemplo donde tendones y músculos pasan por encima de relieves óseos. Es consecuencia de lesiones degenerativas del manguito músculo – tendinoso, y por lo tanto, es un fenómeno secundario, la mayoría de las bursitis se producen en el hombro por esfuerzos o trabajos repetitivos.

Diagnóstico: Es importante conocer los síntomas presentes, antecedentes traumáticos y está sometido o no a traumas repetitivos además de la realización de exámenes diagnósticos como la resonancia magnética y la gammagrafía que ayudan a determinar con precisión la lesión.

Tratamiento: Manejo con analgésicos, antinflamatorios, terapia física, reposo en algunos casos se realizan infiltraciones en la articulación con corticoesteoides y xilocaina.

Pronóstico: Es bueno si se maneja con prontitud, reposo es importante, hay que descartar otras patologías como los procesos reumatoideos.

2.2.2.2. Codo
  • Epicondilitis Humeral Externa: Consiste en una inflamación endinosa en la inserción sobre el epicondilo (parte lateral externo del codo), muy frecuentemente producida por una sobre carga de los músculos de la región epicondilea del codo, por movimientos repetidos de flexo extensión y pronosupinación, se ha identificado que la causa son pequeñas lesiones en la inserción del músculo principalmente del extensor “carpi radialis” y en menor proporción del extensor común de los dedos.

Esta patología está clasificada dentro del grupo de enfermedades por sobreuso, por lo que se presenta en aquellas personas que realizan movimiento repetitivos de extensión de puño y dedos, lo que produce un roce inmediatamente distal al tendón conjunto, donde nacen los músculos responsables de estos movimientos, produciendo este roce una inflamación crónica sobre este punto que es lo que finalmente lleva a presentar la sintomatología característica de esta enfermedad. La expresión “codo de tenista” se ha usado a través de muchos años y se acepta como un diagnóstico estándar que encierra un síndrome caracterizado por dolor epicondilar, hipersensibilidad sobre el epicóndilo y limitación funcional de la articulación, siendo esta condición más frecuente en no atletas que en jugadores de tenis.

Cuadro clínico: Dolor a nivel del epicóndilo (parte externa del codo) que se aumenta por la extensión y contra resistencia de la muñeca, usualmente afecta personas entre la cuarta y quinta décadas de la vida.

Diagnóstico: Se realiza por medio del examen físico completo y es importante descartar lesiones como fracturas en codo.

Tratamiento: Reposo funcional, manejo con desinflamatorios, terapia física y en algunos casos puede llegar a ser necesaria la intervención quirúrgica.

Pronóstico: Es bueno, siempre y cuando se evite el riesgo desencadenante.

  • Epitrocleitis: Es una inflamación en la inserción tendinosa de los músculos sobre la epitróclea (parte lateral interna del codo), frecuentemente producida por una sobrecarga de dichos músculos generada por movimientos repetidos de flexo extensión y prono supinación. Es una patología bastante común en personas que practican frecuentemente gol por lo cual también se denomina codo de golfista.

Cuadro clínico: Dolor a nivel de la epitróclea, se aumenta al realizar resistencia al movimiento de extensión en la muñeca.

Diagnostico:   Esta dado por la sintomatología, el examen físico completo y es importante descartar otro tipo de lesiones como fracturas en codo.

Tratamiento: Reposo, manejo con analgésicos y antinflamatorios, terapia física y en caso que la sintomatología no disminuya puede ser necesario el tratamiento quirúrgico.

Pronóstico: Es bueno, siempre que se evite o minimice el riesgo desencadenante

2.2.2.3 Mano:

La mano es una estructura anatómica muy compleja, formada por varios grupos de articulaciones que van a contribuir a los movimientos de prensión y de precisión, propiedades fundamentales debidas al desarrollo de la oposición del pulgar.

  • Síndrome de Túnel del Carpo (STC): Es un problema potencialmente incapacitante y costoso para muchas industrias. Su presentación es frecuente debido a las características anatómicas del túnel carpiano y su contenido; a este nivel el Nervio Mediano sufre fácilmente compresión por cualquier condición que aumente de volumen de las estructuras dentro del túnel, o disminuya el tamaño de la funda exterior. Se causan entonces cambios sensoriales, autonómicos y/o motores en las estructuras inervadas por la porción distal del nervio. Esto, junto con las anastomosis del mediano en extensión variable con el cubital y aún con el radial, explica parcialmente la variabilidad de los hallazgos. Es la lesión más frecuente en la en la edad madura y tiene mayor incidencia en las mujeres, asociado en ocasiones a cambios hormonales, como por ejemplo los dados durante el embarazo.

El daño se puede causar directa o indirectamente por lesiones agudas o antiguas del carpo. La compresión post-traumática puede ser mínima inicialmente y luego progresar gradualmente a parálisis completa.

En términos generales se reportan tasas de 0.1 a 0.6% en población general, las cuales aumentan hasta el 20% e incluso más en poblaciones ocupacionalmente expuestas. Se ha observado que el problema tiene una tendencia al aumento estadísticamente significativa que algunos autores atribuyen a factores como trabajos en líneas de ensamble, el establecimiento de cuotas de producción y los programas de incentivación que llevan a un aumento de velocidad, repetición y posturas anormales. La incidencia en mujeres sigue siendo mayor que en hombres, en especial entre los 40 y 60 años. Los ergónomos han encontrado que las mujeres tienen un riesgo mayor que los hombres de desarrollar STC, pero esto puede ser menos importante que los patrones de trabajo, vibraciones segmentarias y estrés manual.

NIOSH (boletín 49, 1987) reportó que más de 23.000 trabajadores manuales de industrias manufactureras, incluyendo producción, acopio, ensamble, tapicería, corte de carnes y clasificación de correspondencia se afectan anualmente con el STC.

Muchos factores ocupacionales (ejercicio repetitivo, fuerza, estrés mecánico, posturas incómodas y vibración) y no ocupacionales (defectos congénitos, lesiones agudas, enfermedades crónicas, obesidad, edad, hábitos y factores recreacionales) se han reportado como causales, precipitantes o agravantes y se ha creado gran controversia alrededor del tema.

Algunas de las tasas más altas reportadas se encuentran en actividades como procesamiento y enlatado de comida de mar, carnes, frutas, huevos y verduras, producción textil, corte y manufactura de productos de madera, construcción de barcos, carpintería, trabajo en líneas de ensamble y construcción. Dentro de las otras profesiones a riesgo descritas están: telegrafistas, odontólogos, digitadores, escritores y músicos.

Respecto a las leyes de compensación, se ha visto que a pesar de su sano propósito inicial han llevado a que la inhabilidad sea en ocasiones una conducta aprendida, se observa que influye en la respuesta al tratamiento y el grado de secuelas residuales. Los reclamos pueden inhibir el retorno al trabajo; y el síndrome es una de las causas mayores de pérdida de tiempo y reclamos por compensación en industrias de trabajo manual en Estados Unidos.

En la legislación Colombiana, se mencionan dentro de la tabla de enfermedades profesionales «Otras lesiones osteomusculares y ligamentosas», definidas por trabajos que requieren sobre esfuerzo físico, movimientos repetitivos y/o posiciones viciosas.

También «Calambre ocupacional de la mano o del antebrazo»: Trabajos con movimientos repetidos de los dedos, las manos o los antebrazos. Aparte están enunciadas las «Enfermedades por vibración».

Cuadro clínico: Se inicia con parestesias (hormigueos) en el dedo medio, que se extienden al índice y al pulgar sin comprometer el meñique, al avanzar la compresión el paciente despierta de noche y consigue alivio de sus síntomas al mover o sacudir la mano. Solo en los casos más avanzados se encuentra atrofia de los músculos tenares, debilidad de los movimientos del pulgar y trastornos sensitivos. Al examen físico hay dos pruebas de gran valor diagnóstico:

  • Phalen: Prueba de la flexión de muñeca durante 30 a 60 segundos, que reproduce los síntomas, especialmente las parestesias en territorio del nervio mediano.
  • Tinel: Es positiva solo en casos muy avanzados y consiste en provocar parestesias si se golpea suavemente el nervio a su entrada en el túnel del carpiano.

Diagnóstico: Esta dado por la clínica y es confirmada por la electromiografía, sin embargo es importante descartar patologías como el hipotiroidismo o alguna colagenosis.

Diagnóstico diferencial: Se debe descartar que el origen sea cervical (osteofitos a nivel del foramen intervertebral o por hernias de disco, que comprometen más frecuentemente las raíces C5 – C6).

Tratamiento: Terapia física, inmovilización de la articulación de la muñeca, analgésicos y antiinflamatorios, en algunos casos se maneja quirúrgicamente con la liberación del compromiso nervioso, pero a largo plazo en la mayoría de los casos hay recidiva, la práctica médica ha arrojado que la fisioterapia es el tratamiento de elección.

Pronóstico: No es alentador si no se maneja a tiempo podrá presentarse una neuropatía crónica del mediano con secuelas neurológicas como atrofia de la musculatura, pérdida de fuerza y alteraciones de sensibilidad.

Aunque el STC tiene un origen multifactorial, los factores ocupacionales son potencialmente prevenibles, mediante el reconocimiento oportuno de los casos a través de la implantación de los programas de vigilancia y seguimiento periódicos, adaptaciones a los puestos de trabajo, manejos clínicos apropiados y reporte de casos que ayudan a limitar la morbilidad por esta causa. Como medidas específicas para prevenir esta patología se encuentran las siguientes:

  • Disminuir la fuerza requerida: Aumentar la fricción (tratamiento de superficies o guantes), levantar menos objetos a la vez o asignar el trabajo a dos personas, distribuir las cargas en contenedores de menor tamaño, modificar los pesos y balancear las herramientas, usar materiales de construcción livianos, así como servicios de control de torque (disminuir velocidad o el torque, alargar las agarraderas o usar barras de reacción), brazos articulados, montacargas y superficies de trabajo para facilitar la manipulación, inclinarlas para aprovechar la gravedad, implementar programas de mantenimiento preventivo y control de calidad.
  • Cambio de estándares de trabajo: Uso de ayudas mecánicas, rotación de trabajadores (si no se repiten los mismos patrones de ejercicio) y ampliación del contenido de trabajo (combinación de labores con diferentes patrones de movimientos) para disminuir la constancia de movimiento. Se aplican cuando el problema no se pueda controlar completamente mediante la reducción de otros factores. Además se deben establecer esquemas de trabajo – descanso.
  • Medidas de control para estrés mecánico incluyen: alargar las agarraderas (para distribuir las fuerza), redondear los finales de las mismas, usar materiales «complacientes» (plástico o caucho), usar herramientas para golpear o machacar y acolchar la mano.
  • Las medidas de control de postura: Localización y orientación del trabajo, diseño de herramientas y consideración de las medidas del trabajador. En el diseño de herramientas son importantes la forma, textura, propósito, facilidad de operación, absorción de golpes y peso.
  • Dentro del tratamiento se busca la máxima recuperación funcional de la mano; promoviendo su uso activo, minimizar complicaciones físicas por la falta de uso y aumentar la fuerza, resistencia y coordinación que faciliten el ajuste y el retorno al trabajo y actividades rutinarias normales. Un programa exitoso requiere una aproximación multidisciplinaria (ergonomía, medicina, seguridad, ingeniería y mantenimiento); que incluya la intervención ocupacional para evaluar las demandas físicas del trabajo, del puesto de trabajo y herramientas, naturaleza de las acciones consideradas desencadenantes o agravantes.

En un estudio realizado por Feuerstein, utilizando un grupo de control, se encontró que los mejores resultados medidos por el retorno al trabajo, se obtenían a través de un abordaje multidisciplinario, que incluía condicionamiento físico, laboral y estimulación a trabajar, manejo del dolor y estrés relacionado con el trabajo, valoración ergonómica y asesoría vocacional (parte del programa debe incluir el nivel doméstico).

Si no se logra la rehabilitación completa se buscará entonces el ajuste del paciente para maximizar las habilidades restantes. Como no se busca limitarse a la base individual se incluyen actividades como entrenamiento y educación de la población trabajadora, acciones de ingeniería y medicina. Es importante la implantación de un sistema de información epidemiológica eficiente y la determinación de la incidencia real del problema en cada caso en particular.

Los beneficios de estos programas buscan que el paciente retorne al trabajo en óptimas condiciones y probablemente en menor tiempo. A la empresa le sirve de fuente de información, base para una planeación vocacional más efectiva y conveniente, documentación de las demandas físicas reales a los trabajadores que deseen ingresar y determinación de un programa de acondicionamiento físico previo. Los otros trabajadores a su vez se benefician pues los correctivos iniciados los protegerán a ellos de futuras lesiones.

  • Enfermedad o Tenosinovitis de Quervain: Es a una inflamación sinovial que disminuye la zona de deslizamiento de los tendones del abductor largo y el extensor corto del pulgar a nivel del primer compartimiento dorsal del carpo (primer canal radial). El dolor constituye el síntoma dominante y se presenta cuando el pulgar efectúa cualquier movimiento de oposición incorrecta como para agarrar. Esta patología es tan frecuente que merece atención especial y es producida por el sobreuso, aunque a veces aparece en forma espontánea.

La patología ocurre por aumento de la vascularidad de la vaina externa, lo cual, junto con edema, engruesa la vaina y constriñe el tendón que encierra. Aumenta la cantidad de líquido sinovial de la vaina, líquido que se hace de un color amarillento. Tal vez se descubran adherencias delgadas semejantes a cabellos entre la vaina y el tendón, y la vaina pueda engrosar de dos a cuatro veces su tamaño normal.

Cuadro clínico: Dolor localizado sobre la cara radial de la muñeca, que se irradia hacia el codo y los dedos. A la palpación se presenta dolor tipo punzada sobre el la apófisis estiloide del radio (en la articulación de muñeca del lado del pulgar), donde se encuentra un engrosamiento de la polea del primer canal radial. El dolor se puede provocar con la prueba de Finkelstein, la cual consiste en colocar el pulgar dentro de la mano, cerrar los dedos sobre él y desviar luego la muñeca en sentido cubital hacia el mismo lado del meñique con el codo extendido. Aunque se ha observado su relación con procesos reumáticos, a menudo ocurre por los traumatismos repetidos que son los más comunes.

Tratamiento: Requiere tratamiento analgésico y antinflamatorio, inmovilización con férula, inyección de cortisona en la vaina. Si no hay alivio después de cuatro semanas de tratamiento, debe pensarse en descompresión quirúrgica (liberación tendinosa).

Pronóstico: Depende de la intensidad en la sintomatología, la evolución de cada paciente y en algunos casos luego de tratamiento quirúrgico puede haber recidiva de la patología.

  • Tendinitis de los Extensores del Carpo: Dolor súbito, en la inserción del extensor radial largo (base del dedo índice cerca de la palma de la mano) o del extensor radial corto (base del dedo medio cerca de la palma de la mano) o del extensor cubital del carpo (base del dedo meñique). El principal factor desencadenante de esta patología son las historias de esfuerzos repetidos o de actividad percutida repetida.

Tratamiento: Infiltraciones con corticosteroides, cuya respuesta es por lo general larga y duradera, adicionalmente terapias físicas, reposo y retirar el riesgo que originó el dolor.

Pronóstico: Bueno, con reposo adecuado mejora notablemente.

  • Tendinitis de los Flexores de la Muñeca: Ocurre en la inserción de los flexores de la muñeca (radial y cubital del carpo).

Cuadro clínico: Los movimientos pasivos y activos contra la resistencia tensionan el tendón comprometido y aumentan el dolor de la zona, que casi siempre es bien localizado. Ocasionalmente se encuentra enrojecimiento, calor e hinchazón localizada.

Diagnóstico: Esta dado por las manifestaciones clínicas presentes en la persona y las ayudas diagnosticas no siempre nos dan claridad al respecto.

Tratamiento: El tratamiento para esta enfermedad está dado por infiltraciones, terapia física, reposo y lo más importante, retirar factor de riesgo causante del dolor.

Pronóstico: Es proporcional al manejo pronto de la lesión

  • Tenosinovitis Estenosante (Dedo en gatillo): El dolor se localiza a nivel de la primera polea de la vaina flexora. La vaina tendinosa, la membrana sinovial y el tendón mismo se pueden engrosar lo suficiente como para impedir el fácil deslizamiento generando “dedo en resorte o dedo en gatillo” que se debe a esfuerzos y movimientos repetidos durante la actividad laboral, aunque también, en algunas oportunidades se ha asociado con la artritis rematoidea.

Examen físico: Clínicamente se aprecia una masa palpable a nivel palmar de la articulación metacarpofalángica. El movimiento se acompaña de una crepitación dolorosa y el dedo queda bloqueado en flexión, para que asuma la posición primitiva, el paciente debe extenderlo con la mano opuesta y esto se asocia con un segundo ruido doloroso.

Tratamiento: Fisioterapia, analgesia antiinflamatorios, infiltración con corticoesteoides y en la mayoría de los casos manejo quirúrgico.

Pronóstico: Es alentador si se maneja quirúrgicamente con prontitud, para evitar el compromiso nervioso y sobre todo la calcificación tendinosa.

  • Quiste de la Vaina de los Flexores: Se trata de una protuberancia tan pequeña como la cabeza de un alfiler, con frecuencia dolorosa por estar en contacto con el nervio colateral. Estos quistes sinoviales son siempre laterales a la vaina de los flexores.

Tratamiento:  Analgesia y tratamiento quirúrgico.

Pronóstico: Buen Pronóstico luego de la cirugía y tiene una mínima recidiva.

  • Ganglión o Quiste Sinovial Dorso – Radial de la Muñeca: Es un tumor quístico que aparece como un nódulo bien definido, firme y ocasionalmente doloroso en relación con una cápsula y que contiene un líquido gelatinoso. Los estudios indican que el ganglión se considera como un árbol, cuyas raíces están en la cápsula articular; de ellas nace un pedículo que se comunica con el quiste principal, casi siempre localizado entre los tendones del extensor radial largo del carpo y el extensor común de los dedos. Los principales signos y síntomas son dolor con hipersensibilidad en la muñeca y debilidad al realizar el agarre.

Diagnóstico: Se realiza al examen físico y en ocasiones se diagnostica intraoperatoriamente, donde se descarta una lesión tumoral y se corrige la protrusión.

Tratamiento: Analgesia y en ocasiones tratamiento quirúrgico.

Pronóstico: En general es bueno luego de una resección completa, con posibilidad de una recidiva mínima.

Sofia Ruiz

Profesional en Higiene y Seguridad Industrial. Amplia experiencia en asesoramiento a empresas en diversos sectores económicos.

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