11. B RADIOTERAPIA
La radiación tiene una función importante en el tratamiento de los cánceres del recto. La radioterapia utiliza rayos X de alta energía o partículas para eliminar las células cancerosas. En el tratamiento de cáncer rectal, la radioterapia por lo general se administra mediante radioterapia externa. La radioterapia externa se hace generalmente con un acelerador lineal, por cinco días a la semana, durante varias semanas. Esto debe planearse, empleando máquinas de rayos X para diagnóstico, tales como un simulador o un escáner de tomografía computarizada. La radiación puede administrarse antes de la cirugía, para reducir el tamaño del tumor y así extirparlo más fácilmente, o para disminuir el riesgo de complicaciones. También, puede emplearse después de la cirugía si existe riesgo de que el cáncer regrese en el área del tumor. La quimioterapia con 5-fluorouracilo (5-FU) se administra como infusión continua por vía intravenosa (a través de una vena) al mismo tiempo que la radiación, para que la radiación sea más eficaz. Los estudios han demostrado que para los casos de cáncer rectal, una combinación de radiación y cirugía disminuye con frecuencia el riesgo de que el cáncer regrese (recurrencia).
11. C QUIMIOTERAPIA
La quimioterapia se refiere a los medicamentos contra el cáncer que se inyectan en una vena o se administran por la boca. La quimioterapia es un tratamiento sistémico. Estos medicamentos entran al torrente sanguíneo y llegan a todas las partes del organismo, lo que hace a este tratamiento útil contra los cánceres que se han propagado más allá del órgano en el que comenzaron.
El fluorouracilo (5-FU) es el medicamento de quimioterapia que se emplea con mayor frecuencia para tratar el cáncer colorrectal. Generalmente, se administra junto con otros medicamentos, tales como el leucovorín, que aumentan su eficacia. Como se indicó anteriormente, el 5-FU también se puede administrar como infusión continua junto con radioterapia para aumentar la eficacia de la radiación.
Anteriormente, el 5-FU por lo general se administraba lentamente a través de una vena en una infusión que duraba aproximadamente 5 minutos. Si se aplicaban estas inyecciones durante 5 días, lo que era un tratamiento típico, no se administraba quimioterapia adicional durante unas 3 semanas, mientras el paciente se recuperaba de los efectos secundarios del medicamento. Algunos médicos emplean un programa de una inyección semanal. Este ciclo se repetía de 6 a 8 meses.
Recientemente, se ha descubierto que otra manera de administrar estos medicamentos puede ser más útil. Con este tratamiento, llamado el régimen de Gramont, el 5-FU se administra continuamente por dos días y así como por inyección rápida cada día. El leucovorín se administra diariamente por dos horas. El régimen de Gramont se administra una semana sí y otra no.
En algunos casos, se administra 5-FU como infusión continua en una vena, particularmente junto con la radioterapia. El paciente usa una pequeña bomba de infusión, operada con baterías, que continuamente libera 5-FU en una línea intravenosa. Para los pacientes que tienen cáncer del colon o recto propagado hasta el hígado, se puede administrar el 5-FU u otro medicamento relacionado, la floxuridina (FUDR), directamente en la arteria que suministra sangre al hígado. Este método de tratamiento de metástasis hepática se conoce como infusión por arteria hepática.
El medicamento irinotecán es otro medicamento de quimioterapia que se usa con 5-FU. Este tratamiento se llama FOLFIRI, y el mismo agrega irinotecán al régimen de Gramont 5-FU/ leucovorín. En algunos estudios recientes se ha demostrado que la combinación de 5-FU, irinotecán y leucovorín pudiese producir efectos secundarios excesivos. Si se utiliza esta combinación de medicamentos, las dosis iniciales pueden ser reducidas y su médico le supervisará cuidadosamente para ajustar las dosis de ser necesario. Si ocurren efectos secundarios excesivos, se pueden ajustar las dosis.
El oxaliplatin es otro medicamento que es eficaz cuando se combina con 5-FU y leucovorín, y puede usarse en vez del irinotecán. Al igual que el irinotecán, a menudo se usa con el régimen de Gramont 5-FU/leucovorín. A este tratamiento se le llama FOLFOX.
El capecitabina, un medicamento de quimioterapia que se administra por la boca, se convierte en 5-FU una vez dentro del cuerpo en camino al tumor. Este medicamento puede ser usado en vez del 5-FU intravenoso y actúa como si el 5-FU se hubiese administrado continuamente.
11. D INMUNOTERAPIA
Las inmunoterapias usan sustancias naturales producidas por el sistema inmunológico. Estas sustancias pueden destruir las células cancerosas, reducir el crecimiento de éstas, o activar el sistema inmunológico del paciente para que combata el cáncer con más eficacia.
El sistema inmunológico produce anticuerpos para ayudar a combatir infecciones. En un laboratorio, se pueden producir anticuerpos similares, llamados anticuerpos monoclonales. En vez de atacar los gérmenes como usualmente lo hacen los anticuerpos, algunos anticuerpos monoclonales pueden ser diseñados para atacar las células cancerosas. La Administración de Drogas y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos ha aprobado dos nuevos anticuerpos monoclonales para atacar las células del cáncer del colon.
El primer agente nuevo, el bevacizumab, funciona al prevenir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que suplen a las células tumorales de sangre, oxígeno y otros nutrientes que necesitan para crecer. El bevacizumab se usa con quimioterapia como tratamiento de primera línea para los pacientes con cáncer del colon o del recto avanzado o metastásico.
El segundo agente nuevo, el cetuximab, funciona al fijarse en un lugar especial de la superficie de la célula, lo que detiene el crecimiento y promueve la muerte de la célula. El cetuximab se usa solo o en combinación con un agente de quimioterapia como tratamiento de segunda línea para los pacientes con cáncer del colon o del recto avanzado o metastásico, cuya enfermedad ya no responde al agente de quimioterapia, irinotecán, o para pacientes que no pueden tomar irinotecán.
Tratamiento adyuvante y tratamiento neoadyuvante
Los términos tratamiento adyuvante y tratamiento neoadyuvante se refieren a la radioterapia y/o a la quimioterapia administradas antes (neoadyuvante) o después (adyuvante) de la cirugía. El tratamiento adyuvante se administra después de la cirugía cuando hay probabilidades de que un pequeño número de células cancerosas se hayan propagado a áreas distantes. El tratamiento neoadyuvante se administra antes de la cirugía en caso de tumores rectales grandes, particularmente sí parece que el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos.
Tratamiento adyuvante
Después de la cirugía, el tejido extirpado se examina al microscopio para determinar la etapa del cáncer (hasta dónde se ha propagado). Si el cáncer es de gran tamaño o se ha propagado a los ganglios linfáticos, y aunque no parezca que haya quedado cáncer, los médicos creen que es posible que algunas células cancerosas esparcidas pudieran haber quedado en el cuerpo del paciente. En este caso, se puede administrar tratamiento adicional en forma de quimioterapia o radioterapia.
Tratamiento neoadyuvante
Si el tumor parece grande o se ha propagado a los ganglios linfáticos, se puede recomendar radioterapia con quimioterapia antes de la cirugía. El propósito del tratamiento neoadyuvante es reducir el tamaño de los tumores para que puedan ser extirpados completamente mediante cirugía y prevenir que el cáncer recurra en la pelvis.
Consulta con un enterostomista
Las guías de la NCCN recomiendan que las personas que tienen cáncer rectal sean referidas, como parte de su evaluación inicial, a un enterostomista (un profesional de cuidados de la salud, con frecuencia una enfermera, preparado para ayudar a las personas con colostomías). El enterostomista puede eliminar las dudas relacionadas con la forma en que la colostomía podría afectar la vida diaria del paciente. Una colostomía es un orificio hecho en el abdomen a través del cual se abre una sección del colon para eliminar los desechos del cuerpo. Se une con adhesivos una bolsa a la piel para recolectar los desechos. Hablar de estos asuntos poco después de que se haya recibido un diagnóstico puede ayudar a los pacientes a tomar decisiones basadas en la información acerca de las opciones de tratamiento, de las cuales algunas pueden involucrar una colostomía.
También se recomienda que las pocas personas con cáncer del colon que requieren una colostomía provisional o permanente consulten a un enterostomista. Si el tratamiento quirúrgico de un paciente requiere una colostomía, el enterostomista le suministrará información y adiestramiento para el cuidado de la colostomía. La Sociedad Americana del Cáncer y muchos centros de cáncer pueden referir pacientes con colostomías a grupos de apoyo y a otros programas que proveen información adicional y apoyo.
Tratamiento del dolor y de otros síntomas
La mayor parte de este documento trata sobre las formas de extirpar o destruir las células cancerosas colorrectales, o de disminuir su crecimiento. Pero, es importante comprender que una meta importante es mantener la calidad de vida que usted siempre ha disfrutado. No dude en discutir con su equipo de especialistas en cáncer sus síntomas o cualquier otro asunto que le preocupe. Existen formas eficaces y seguras de tratar el dolor, así como la mayoría de los otros síntomas de cáncer colorrectal, y también la mayoría de los efectos secundarios producidos por los tratamientos contra el cáncer colorrectal. (Remítase a la publicación de la Sociedad Americana del Cáncer y la NCCN titulada ACS/NCCN Cancer Pain Treatment Guidelines for Patients.)
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