La clasificación anterior es general y difiere de la descrita por Montoya (2002) la cual incluye la clasificación de los estresores a los que está expuesto el personal de oncología (descritas por Lederberg, 1998), dentro de los cuales se destaca los estresores relacionados con el área laboral y los estresores específicos del cáncer, que a su vez se subdividen en: estresores relacionados con la enfermedad, la naturaleza del tratamiento y con la morbilidad y las respuestas psicológicas de los pacientes a ésta.
6.6.1 Estresores relacionados con el área laboral
El equipo de trabajo: Para responder a las necesidades de los pacientes con cáncer se requiere de un equipo interdisciplinario, un factor de estrés es que los diferentes miembros del equipo pueden diferir considerablemente en su punto de vista y filosofía.
Malapráctica: La preocupación y el miedo a la mala práctica o la acusación de ella es uno de los factores de estrés más específicos en el personal de salud (18).
Sistema de Salud como fuente de estrés: En varios países, entre los que se incluye Colombia, el sistema de salud se caracteriza por la búsqueda de dos objetivos que frecuentemente entran en conflicto: proveer cuidado a los enfermos y generar ingresos. Una preocupación frecuente que se identifica en el personal de enfermería que atiende a los pacientes con cáncer en relación con el sistema de seguridad social en salud es la cobertura que éste ofrece en los servicios que el paciente requiere, el retraso en la autorización de diversos procedimientos de diagnóstico que a su vez dilatan la iniciación y continuación del tratamiento.
6.6.2 Estresores específicos del Cáncer
6.6.2.1 Estresores relacionados con la enfermedad
El cáncer es una enfermedad que se caracteriza por la incertidumbre; su curso y la respuesta de cada paciente al tratamiento son impredecibles. Incluso para el personal más experimentado una muerte inesperada resulta difícil de aceptar, así como también una remisión de la enfermedad representa un logro importante. Las muertes ocasionadas por el cáncer son bastante frecuentes en comparación con las remisiones logradas, por esta razón tiene un mayor impacto en el equipo de trabajo. De acuerdo con Whippen y Canellos (19), (1991) uno de los aspectos que más contribuye en la aparición del estrés crónico en el personal de enfermería oncológica es la exposición constante a una enfermedad fatal.
6.6.2.2 Estresores relacionados con el tratamiento. Naturaleza del tratamiento
Los pilares del tratamiento del cáncer, la radioterapia y la quimioterapia fueron recibidos con entusiasmo durante la posguerra, pero en la actualidad estos son asociados con el sufrimiento de los pacientes. El creciente uso del transplante de médula ósea le ha dado un nuevo aire al tratamiento del cáncer, sin embargo, constituye un procedimiento riesgoso y con un alto nivel de mortalidad. Los aspectos éticos relacionados con el uso de alta tecnología, especialmente con el cuidado del paciente terminal o con el suicidio asistido y la eutanasia, pueden constituir también una importante fuente de estrés, debido a su carácter complejo y a la atención que el público en general pone en estos aspectos.
Efectos colaterales de los tratamientos
Estos son una constante advertencia para los pacientes y los médicos acerca de la toxicidad del tratamiento del cáncer. El personal de salud siente angustia por las complicaciones iatrogénicas que puede producir el tratamiento, y esta se exacerba debido a que es reprimida y no es discutida abiertamente. De acuerdo con los resultados del estudio realizado por Ramírez y cols, (1995, citado por Montoya 2002) las implicaciones de la toxicidad del tratamiento y de los errores en la administración del mismo generan sentimientos de frustración y de fracaso en el personal de enfermería.
Estresores relacionados con la toma de decisiones en el tratamiento
Cuando el tratamiento implica el cambio desde una perspectiva curativa a una paliativa en los casos que así lo requieren, puede ser muy difícil negociar, debido a que cuando el objetivo del tratamiento deja de ser la curación de la enfermedad o la prolongación de la vida y pasa a ser el mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes, genera ansiedad, confusión y depresión en el personal de salud y muchas reacciones negativas en pacientes y familiares. Uno de los factores que más contribuye al estrés crónico es el cuidado paliativo de los pacientes con cáncer avanzado, debido a que el personal de salud no siempre recibe un entrenamiento adecuado en este tipo de tratamiento.
6.6.2.3 Estresores relacionados con la morbilidad y los aspectos psicológicos de los pacientes
La relación que establece el equipo de salud con los pacientes es un aspecto muy importante en la práctica profesional, sin embargo, esta se puede convertir en una fuente de estrés debido a las características particulares del trabajo en oncología. El estudio realizado por Peteet y cols, (1985, citado por Montoya 2002) demostró que la relación que el equipo de trabajo establece con los pacientes en el área de oncología es más intensa que en otras especialidades, debido a la implicación de aspectos relacionados con la vida y la muerte y al cuidado de ciertos pacientes por largos períodos de tiempo. Así mismo, la frecuencia y cantidad de tiempo pasado con los pacientes constituye un elemento crucial en el desarrollo del estrés crónico. Según Montoya (2002), los estresores relacionados con la morbilidad y los aspectos psicológicos de los pacientes se clasifican en:
Reacciones de los pacientes a las enfermedades graves: Las respuesta de los pacientes al cáncer incluyen comportamientos regresivos, negación de la enfermedad, depresión y ansiedad, por lo que se quiere de una gran paciencia por parte del equipo de salud.
Pacientes difíciles: Existen ciertos pacientes que se caracterizan por crear desorden y caos a su alrededor, lo que genera sentimiento de enojo y hostilidad en el equipo de salud. Sin embargo, estos sentimientos ocasionan culpabilidad debido al carácter «enfermo» del paciente.
Pacientes especiales: Es común que exista un involucramiento emocional con algunos pacientes considerados especiales, bien sea porque genera identificación y simpatía o porque demandan más atención que los otros pacientes. Sin embargo, el cuidado de los pacientes especiales le genera problema a la mayoría de los miembros del equipo, entre los que constituyen: sobre-implicación emocional, tristeza, conflictos en el interior del equipo, evitación de los pacientes y sensación de impotencia y fracaso (Peteet y cols., 1985 citado Montoya 2002).
Exposición al debilitamiento y a la desfiguración: Las exposiciones repetidas a la mutilación y al sufrimiento de los pacientes producen sentimientos ambiguos: por un lado dolor y tristeza y por otro lado miedo y repugnancia. Esta ambivalencia genera en los miembros del equipo sentimientos de culpabilidad y vergüenza, lo que se manifiesta en evitación o involucramiento excesivo con los pacientes.
Respuesta a la muerte y a la agonía: El personal de oncología se ve confrontados con su propia muerte por su experiencia diaria con los pacientes, esto hace que repetidamente reevalúen su mortalidad y que vean su relación con la muerte de manera significativa.
Ideaciones suicidas: Las declaraciones suicidas de los pacientes pueden asustar al personal de salud, quienes frecuentemente confunden la frustración extrema con la ideación suicida.
Ajuste a los resultados adversos: La declinación de la vida del paciente origina conflicto, desesperación familiar, dolor, tristeza y remordimiento. La aceptación del fracaso compromete tanto la personalidad del profesional como sus experiencias previas, además del ambiente laboral y los colegas.
Comunicación con los pacientes: La comunicación de las malas noticias resulta difícil para el personal asistencial debido a la tensión y angustia que genera, por lo que en ocasiones prefiere evitarse.
6.7 Consecuencias del Estrés Laboral
El estrés laboral tiene importantes consecuencias tanto en el ámbito organizacional como en el individual (Gráfica 1). Chacón y Grau (1997) refieren el ejercicio de la enfermería oncológica como una disciplina que requiere de mayor rigor y control mental y emocional que en otras disciplinas y que trae como consecuencias desgaste físico y mental.
Gráfica 2. Consecuencias del estrés en enfermería
FUENTE: MONTOYA, Cardona Diana Patricia. Síndrome de Burnout, estrés y satisfacción en personal de oncología de la ciudad de Bogotá. Universidad Nacional de Colombia, Facultad de ciencias Humanas, Departamento de Psicología, 2002. p.21.
Montoya (2002) a su vez coincide con las consecuencias descritas anteriormente, pero a su vez las relaciona con ciertos comportamientos y actitudes no sólo en el lugar de trabajo sino también fuera de él: insatisfacción con el trabajo, problemas de salud (fatiga, desórdenes de sueño, problemas somáticos específicos como dolor de cabeza, problemas gastrointestinales y resfriados), estados emocionales negativos (depresión, ansiedad y tensión).
Según Ivancevich y Matteson (1989), el estrés laboral afecta el desempeño. «Los estresores potenciales se multiplican a medida que la organización crece en dimensiones y complejidad, en el grado en que el trabajo se especializa más y en el que la obsolescencia humana se vuelve un desafío mayor que la obsolescencia mecánica. La verdad en torno a esta situación es que nadie sabe el costo del estrés en dólares. Con base en estimaciones y proyecciones provenientes del gobierno de E.U. la industria podría considerar el costo del estrés de aproximadamente el 10% del producto nacional bruto. Otro aspecto que resalta los anteriores autores es la disminución de la calidad de vida del trabajador (20)» Además, el estrés laboral a nivel organizacional está asociado con el abandono laboral, deterioro de la calidad del servicio prestado, aumento de los conflictos interpersonales, disminución en el compromiso con el trabajo y organización (Felton 1998, citado por Montoya 2002).
6.8 Modelos de Manejo del Estrés Laboral
Existen varios modelos para el manejo del estrés laboral dentro de los cuales se encuentran: el modelo CALM expuesto por Barbara Braham (1994) y el modelo de Hacer frente descrito por Kreitner y Kinicki (1997).
6.8.1 Modelo calm
El modelo de Braham (21), consta de 4 etapas y su objetivo principal es controlar el estrés laboral individual y es necesario diferenciar entre controlar el estrés y luchar contra él. La mayoría de los esfuerzos que se hacen para controlar el estrés suponen soluciones duraderas a los factores estresantes.
Para esta autora, la mayoría de las personas emplean soluciones a corto plazo, tales como: drogas, alcohol, ir de compras, criticar los errores ajenos, tomarse un día libre, culpar a los demás, comer, fumar o no aceptar la situación a la que se enfrentan. Si utilizan habitualmente estos procedimientos, para controlar el estrés, no hay duda que la salud y las relaciones se ven afectadas.
El control del estrés es, en última instancia, el control de la propia vida. Cuando se decide controlar el estrés se toma una resolución que afecta, también, a la calidad de vida en lo emocional, en lo físico y en lo espiritual. Se puede aprender a manejar el estrés aplicando un modelo sencillo y de fácil comprensión. CALM, no se presenta como un «parche», sino como un plan de control del estrés a largo plazo (Gráfica 3).
Braham, define que el objetivo en la etapa «C» es cambiar la situación en la medida de lo posible. En Awaken the Gian Within (Despertando al Gigante Interior), (Anthony Robbins citado por Grahm 1994) describe tres conceptos concretos relativos a la responsabilidad que hay que asumir para realizar cambios en la vida. En primer lugar, hay que creer que es necesario realizar un cambio. Segundo, hay que creer que uno mismo es la persona que puede cambiar la propia vida. Y, por último, hay que creer que el cambio es posible.
Gráfica 3. Modelo Calm
FUENTE: BRAHAM, Bárbara J. Cómo controlar el estrés y mantener la calma en negociaciones difíciles. McGrawHill, 1994. p.30